Alejandro Zambra: «Escribir es una forma de ocultarse»

Considerado hace dos años por la revista Granta como uno de los mejores escritores jóvenes, el poeta y narrador chileno Alejandro Zambra (Santiago de Chile, 1975) ya no es una promesa, pues ha consolidado su carrera literaria. Sus novelas son concisas, tienen un tono reflexivo y cierta musicalidad que la convierte en una prosa poética. Conversamos con él hace un mes durante su participación en la Feria del Libro de Buenos Aires.


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En el último Festival de Cine Independiente de Buenos Aires (BAFICI) estrenaron la versión cinematográfica de su novela Bonsái (2006). La cinta dura mucho más que el tiempo que toma leer esa novela breve que explora la relación entre el arte, el amor y la vida. Alejandro Zambra dice que su generación en alguna medida está enferma de nostalgia, y esto quizás se evidencie en Formas de volver a casa (2011), su novela más personal y que está ambientada durante la dictadura de Pinochet. Aunque sigue escribiendo poesía, Zambra se ha dado a conocer en el mundo de las letras a través de su obra en prosa. Y precisamente en ese punto comenzamos nuestra conversación.


Has publicado tres novelas y antes de ello has escrito y publicado poesía. ¿Te reconoces como un poeta o como un narrador?
Yo creo que no hay tanta necesidad de definirse, pero obviamente en el último tiempo he publicado narrativa aunque siempre he seguido escribiendo poesía. No me definiría de ninguna manera.

Entonces simplemente eres un escritor 
Claro. Me interesa la escritura.

En Formas de volver a casa hay una frase que llama la atención. Dices que «leer es cubrirse la cara y escribir es mostrarla». ¿También piensas lo mismo?
Es más una cuestión visual que conceptual, aunque a veces sí, me da la impresión de que escribir es mostrarse aunque en rigor también es una forma de ocultarse.

Decías en una entrevista que siempre has tenido una relación conflictiva con la ficción y que inventas poco en los libros. ¿Esto quiere decir que la realidad tiene mucha importancia a la hora de escribir para ti?
Sí, aunque quiero decir que hablo de cosas que conozco bien. Pero eso ha ido cambiando. Cuando escribí Bonsái no tenía una muy idea fija de la ficción y más bien el género novela me parecía distante un poco retorizado. Los libros que me gustan suelen ser más raros que el estándar novelesco, creo que tenía una idea distinta de lo que era una novela y sigo suscribiendo esa idea, pero de un modo u otro he ido descubriendo la ficción. Me parece que la ficción es una forma de decir la verdad. 

Decías que te interesaba más la no ficción
Me interesa mucho la realidad, aunque suene absurdo decirlo de esta manera. Me refiero a la autoridad, a la legalidad de los hechos, que es perceptible en una novela, donde se percibe eso. No estoy en contra del género fantástico. Disfruto esos desplazamientos.

Sin embargo lo autobiográfico es un material que siempre sirve de base en una obra
Siempre es así. En toda obra literaria lo que hay son efectos autobiográficos. En una novela hay cosas que parecen absolutamente autobiográficas y no lo son. No voy a entrar a elucidar qué cosa pasó o no, eso no tiene ninguna importancia…o hablar sobre la autoficción. Son conceptos que sirven, pero no tengo claro en qué dirección. Hay una escena en Formas de volver a casa que ocurre en un auto, eso es autoficción (ríe).


OÍDO A LA MÚSICA DEL LENGUAJE

Estamos en el lobby de un hotel del centro de Buenos Aires, para ser más precisos, en la avenida 9 de Julio. Es una tarde fría de domingo, y hay poca gente en la calle porque se viene un feriado largo. Zambra ha pedido una taza de café para despertarse de la siesta que acaba de tener. «Estoy trabajando en una novela. Estoy trabajando en varias cosas. Estoy escribiendo un libro de poesía que pretendo publicar pronto, que se llama Borradores, y una novela que no sé cuándo voy a terminarla», nos dice este autor que llegó a la capital argentina para participar en la Feria del Libro. 

El hecho que tus novelas sean cortas ¿lo emparentan mucho al cuento o pasa simplemente por una cuestión de concisión al contar una historia?
No me importa mucho eso. Claro, con Bonsái había una intención de brevedad deliberada. Era un bonsái de libro. Por otra parte, para mí este sí era un libro en su plan, en su realización. En mis otras novelas hay concisión o hay una intención de ser muy preciso, que sea cuento largo, nouvelle o novela no me parece muy relevante, pero igual me parece entretenida esa discusión. Cuando salió Bonsái había gente que decía que esto no era una novela, me sentía muy halagado que se dudara de la naturaleza de una obra. Para mí eso habla muy bien de ella.

¿Y qué tan importante es el lenguaje? 
Creo que el ritmo es súper importante en la novela. Yo no soporto mucho las novelas que no tengan ritmo o que tengan un ritmo demasiado codificado, que no te sorprenda por la música. Me gustan mucho los audiobooks y me gusta escuchar a los propios autores leer sus obras (sobre todo a los poetas). Me parece que el texto tiene que defenderse en el aire, tiene que haber música sino te aburre.

¿Y qué tan importante es haber leído y escrito poesía al momento de escribir narrativa?
Yo creo que es muy importante y también lo es para alguien que ni siquiera escribe sino que solamente le interesa estudiar la literatura. Me parece que hay una conciencia de ritmo que viene de la poesía. Si estudias literatura debes saber escribir un soneto, por ejemplo. Creo que la creación y la imaginación son absolutamente complementarias. Tienes que conocer las reglas para luego quebrarlas. Creo que una buena manera de estudiar la literatura es intentándola hacer.

En una entrevista decías que para ti escribir era algo delicado y artificial y lo que más disfrutas es leer.
Esa es una mentira y una pose. Disfruto mucho escribir. No recuerdo cuándo dije eso…pero en realidad es verdad y es mentira. Leer y escribir son cosas tan distintas…complementarias, pero son instancias distintas. Lo paso muy bien leyendo, escribir es un acto casi involuntario.

¿Y te sigue costando escribir?
Me sigue costando y me sigue gustando. Es algo que hago y a veces el t
exto resulta o no, pero escribir es una actividad bella. Yo soy lento escribiendo, pero me gusta ese ejercicio constante.

¿Y qué consigues a través de la escritura? O mejor dicho ¿por qué escribes?
Creo que hay una voluntad de investigar algo que uno no sabe muy bien qué es. A mí me gusta esa definición que da Borges de la literatura: «el arte es la inminencia de una revelación que no se produce». Siempre hay un umbral, una inminencia que está sucediendo al escribir, también al leer…a punto de recibir una revelación definitiva. 



CINCO LIBROS RECOMENDADOS POR ALEJANDRO ZAMBRA

1. Los ingrávidos, de Valeria Luiselli.
2. El cuerpo en que naci, de Guadalupe Nettel.
3. Los relatos reunidos, de Hebe Uhart.
4. Léxico familiar, de Natalia Ginzburg.
5. Revelación de un mundo, de Clarice Lispector.


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