El mundo literario en «Ficción TV» de Marlon Aquino Ramírez

Ficción TV – Marlon Aquino Ramírez

Presentamos una reseña sobre «Ficción TV», libro de relatos de Marlon Aquino Ramírez.

 

Por Dany Rodas Bazán

Marlon Aquino Ramírez (Callao, 1980) se licenció en Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y ha obtenido el grado de Doctor en Literatura por Northwstern Univeristy (Chicago). Ha sido maestro de escuela, profesor de academias preuniversitarias, corrector de estilo, entre otros. Actualmente, es docente universitario. Si bien estamos ante un escritor relativamente joven, ha publicado ya varios textos: Cuentos infantiles regionales  (2008), Las tristezas fugitivas (2011), y   Las ilusiones (2020), estas dos últimas novelas.

 

La propuesta icónico-textual de Ficción TV

En general, el estilo de Ficción TV resalta por el cuidado en la elección de las palabras, así como la construcción de los personajes y la trama. Las historias pueden ser leídas con fluidez merced al seguimiento de las normas gramaticales y una correcta puntuación, en la que predominan oraciones breves. En general, el lenguaje del narrador evita la oscuridad y prefiere la sencillez.

La versión impresa de Ficción TV exhibe una propuesta original que presenta, para cada relato, una estructura tripartita: a) la presentación del asunto del cuento a cargo de un locutor metaficcional de televisión; b) el cuento en sí mismo (que se supone es un discurso audiovisual); y c)  el reparto de los actores del microprograma televisivo, mostrado en letras pequeñas dentro de la pantalla de un televisor.

La primera parte incluye un discurso que anuncia las bondades del videoprograma que se presentará. El estilo de este anuncio nos recuerda al de los locutores de radio de antaño. Precisamente, el dibujo de un micrófono permite relacionar el contenido textual venidero, con una voz en offEsta interconexión ficcional entre imagen icónica, sonido y texto es parte de la propuesta de Ficción TV; es una apuesta por adoptar la multicanalidad a la que está acostumbrada el lector del siglo XXI.

En las presentaciones, acompañadas del dibujo de un micrófono, observamos un conjunto de preguntas que, con el desarrollo del cuento, podrían responder algunas dudas del lector: ¿Qué es el amor?, ¿el amor nos hace mejores?; Un escritor decide ser infiel, buscar su felicidad. ¿qué harían ustedes en su lugar?; ¿qué es el arte?, ¿quién es un artista?; ¿Hasta dónde puede llevarnos el amor al arte?; El amor… ¿sabríamos reconocerlo cuando llega a nuestra vida?; ¿Alguna vez se han sentido culpables por no haber respondido un mensaje a tiempo?…

 

El mundo literario de Ficción TV

Varios cuentos de Ficción TV  tienen por asunto central a la literatura en sí. Al abrir la primera página del relato «La obra maestra de Aloysius Acker» podemos encontrarnos con un estudioso de la Literatura que se haya, de pronto, con una novela que no le pertenece. Tras  cuestionamientos éticos sobre atribuirse o no la autoría, decide publicar el escrito, que le daría mucho éxito. Editoriales como Random House, Harper Collins y Penguin  se disputan la publicación del texto. De modo que este y otros textos de Ficción TV están hechos para el deleite de un lector medianamente enterado de la literatura; aunque también estarían orientados a un público general que anhele enterarse del doble universo en el que vive un escritor: el que se refiere a la realidad socioeconómica, y el que se refiere al mundo de las ideas correspondientes al ámbito humanístico, específicamente, al literario. De este modo, hallamos en Ficción TV referentes “reales” y literarios.

En el cuento «La obra maestra de Aloysius Acker» encontramos dos referencias al universo de la literatura: el seudónimo Aloysius Acker (utilizado por el poeta peruano Martín Adán) y el recurso  del texto encontrado por casualidad, como ocurre en El Quijote de La Mancha.

En el relato «Respuesta urgente» observamos una alusión a algunas obras que tratan sobre el arriesgado quehacer literario. Así, Lucas Ugarte ─curiosamente “representado” por Marlon Aquino─ lee al final del cuento una obra llamada La literatura es fuego (cuya autora es Mariana de Althaus). Los sustantivos presentes en este título se repiten en textos como El fuego de cada día  (Octavio Paz), El fuego de la literatura y El fuego de la imaginación (Mario Vargas Llosa).

En el libro de cuentos de Marlon Aquino no solo hay referencias metaliterarias, sino también referencias al mundo académico local. Así, en la tercera parte del cuento «Yo no pinto nada» observamos en el “reparto” la presencia de Augusto Bondy Bauman (en alusión al ilustre filósofo peruano), quien interpreta al doctor Del Águila, “un   hombre alto y de bigote denso que siempre andaba de mal humor”.  En «Yo no pinto nada», el humilde limpiador Agustín se refiere a los bien vestidos asistentes a la galería de arte como sujetos que “cuando ven una piernita de pollo ¡jua!, meten la mano a la bandeja como fieras”.

Ficción TV presenta también, desde una perspectiva muy íntima y testimonial, un conjunto de historias que abordan pasajes emocionantes y trascendentales  en los que se ven implicados esos sujetos que aparentan tener una vida aburrida dedicada a la lectura. En una desafiante sociedad como la peruana, todos tienen algo que contar; en especial, un intelectual que busca ganarse la vida, sobre todo en un contexto en el que el trabajo intelectual relacionado con la belleza o el placer es mercancía de poco uso y valor.

En el cuentario de Marlon Aquino podremos encontrarnos personajes literarios del mundo “real”, como el caso de Chocano, protagonista del relato «Iras Santas», que ficcionaliza los últimos momentos del poeta modernista peruano. La muerte de Chocano es casi un guion de película moderna: venganzas, tranvías, periódicos y balas —aunque Chocano haya muerto a cuchilladas y no «a plomazos»— son ingredientes de la muerte de un decadente poeta modernista. En el cuento resalta  la voz del protagonista, un sujeto alterado por la muerte próxima. El poeta olvida su grandilocuencia y habla en un tono desesperadamente humano. Se expresa con inútiles  y angustiantes palabras, ante un enemigo que lo ultima con balas y con palabras: «¡¡Púdrete en el infierno!!»

En Ficción TV también  encontraremos —valga la redundancia— personajes ficticios como Arístides, esposo de la exasperante Rosa, es un afamado escritor que aprovecha su fama para obtener las caricias  de Blanca Lavalle. Arístides encarna una figura algo patriarcal y egoísta. Desarrolla una pasión extramatrimonial en «un país de porquería» donde los coche-bomba explotan a diario.

 

La biografía como material literario

Si hay algo de lo que Marlon Aquino puede escribir con profundidad, convicción y con «conocimiento de causa» es sobre su propia vida. Muchos de sus relatos poseen una fuerte carga emotiva, en tanto que expresan acontecimientos que marcaron su ser, como la muerte del padre y la difícil vida de escritor. Así, vemos la alusión reiterada al colegio San Pedro del Callao, en cuentos como «Gracias, Conejo», «Que la muerte me encuentre en tus ojos» y «Los labios perversos».   

En «Gracias, Conejo», es el “Conejo” Mayorga quien defiende y presta atención al adolescente y tímido escritor adolescente Marcelo; quien, en el colegio San Pedro, se encuentra con críticos que, desde una perspectiva superficial, evalúan el oficio del escritor. Por ejemplo, Paredes, alumno sin filtro, supone que el joven cuentista escribe poemas  “para su hembrita Manuela” y relatos como “La Caperucita Rota” o “Blanca nieves contra los siete enanos”. En el texto, Marcelo . afirma que escribe para recordar a su padre. (En el reparto del cuento figura Marlon Aquino en la voz en off).

No son pocos los relatos que presentan a literatos subsistiendo —en caso de no estar desempleado— en trabajos no deseados como el de maestro de escuela, corrector de estilo, entre otros.  Así, en «Tonino»,  encontramos a Marquitos, un profesor de Lenguaje que pasa una vida con apuros económicos y alguna que otra enfermedad. Marquitos ha encontrado en Tonino, un perro viejo en situación decadente, una imagen análoga a sí mismo, por lo que decide ayudarlo. En el cuento «No te vas a caer» encontramos a Fernando, un escritor agobiado por los sinsabores de la vida del literato: inestabilidad económica, dificultad para publicar sus textos, falta de mercado laboral y mercado de lectores que quieran comprar sus producciones. El cuento «El caso del doctor Escorpio» presenta a Adolfo Chávez, profesor preuniversitario, que se ganaba la ida escribiendo autobiografías y asesorando tesis. Precisamente, por hacer una biografía a Anel Scavia tuvo un final trágico.

El cuento «Confiaba tanto en ti» presenta a Tomás, un escritor que, en un arranque de celos, decide enviar a un concurso un cuento en el que su exenamorada tenía relaciones incestuosas con su hermano. Arrepentido, busca quitar su texto del concurso, pero, para su mala fortuna, gana. En Ficción TV, los decadentes escritores pierden incluso cuando ganan.

En «Un viejo de veinticinco años», el protagonista llamado Javier se sentía a dicha edad como «viejo, desilusionado, perdido…» Este joven literato que no tiene para pagar la renta y, además, está endeudado se desenvuelve en una sociedad que no entiende ni valora la literatura; un tío suyo creía que los escritores eran  «una especie de muertos de hambre a los que había que hacerles favores; gente de segunda clase».

El cuento «La dama de la poesía» presenta a Jerome Collins, editor de la revista Birth, la cual había casi quebrado a causa de su ludopatía. El cuento «La historia nunca contada de Lorena Svenson» encontramos a Gustavo, escritor egresado de la universidad San Marcos, que vive en un cuarto rentado y trabaja como cronista en un  periódico. Gracias a su amigo, contacta con Lorena Svenson, musa inspiradora a quien le escribe, mercenariamente, la autobiografía. Este trabajo, del cual esperaba buen pago, lo llevaría a un ingrato e inesperado final.

En el cuento «Respuesta urgente» encontramos a Lucas Ugarte, personaje que ha decidido publicar una novela titulada El fuego nuestro de cada día. Ante este acto de valentía, la hermana del autor de la novela (quien se había suicidado) le increpa que los escritores siempre andan «sobrestimando el poder de unas marcas de papel. Ante los problemas de la vida, el arte no sirve para nada».

Sin embargo , no todo es fracaso y decadencia en la vida de los personajes de Ficción TV. En este planeta literario, hay pequeñas victorias: en el cuento  «La dama de la poesía»,  Lillian Rochester salva de la quiebra la revista Birth que casi quiebra por culpa de la vida desordenada de Jerome Collins. En el cuento «Yo no pinto nada», Agustín, empleado de limpieza de una galería de arte, consigue poner en exhibición (sin permiso) la pintura de César Rojas Castillo,  su primo. En el relato «Pingüinos en el Central Park», Arístides, escritor de infausta vida matrimonial, consigue acostarse con su bella admiradora, Blanca Lavalle.

El cuento «Los labios perversos» es, sin duda, el relato más atrevido y logrado de Ficción TV. En el cuento Aquino, se desembaraza de la corrección, y presenta una historia arriesgada, tanto en el lenguaje como en el contenido. Josefina, una ardiente maestra del colegio San Pedro, decide cumplir sus fantasías sexuales dentro de la institución educativa que tiene carácter religioso. El escándalo impacta a todo el alumnado. La docente, ya expulsada, lamenta su suerte, aunque no ha abandonado sus anhelos desordenados.

 

La ficción de Ficción TV

Con el ánimo de hacer más atractivo los cuentos, el autor de Ficción TV recurre a recursos como el dato escondido y los finales sorprendentes e inesperados. El cuento «Lecturas peligrosas», una aparente admiradora seduce a un escritor (para no variar, con problemas económicos) a quien le pide ayuda para publicar su poemario. Cuando el escritor asesino cree tener lista a su presa, es ella  quien da el golpe y ejecuta su venganza contra las mujeres vejadas y maltratadas por el novelista.

Asimismo, observamos la presencia de una ficción bastante singular, muy criolla y contemporánea, próxima al realismo mágico y lo real maravilloso.  «El caso del doctor Escorpio» es un relato policial que presenta a Zandro X, vidente  que, merced a sus poderes, resuelve el asesinato de Adolfo Chávez, cuya causa de defunción era un aparente suicidio.

Por último, el cuento «Kashiri» presenta a un joven atormentado por una ex pareja que, ya difunta, continúa persiguiéndolo. Cuando Alonso, el protagonista, está a punto de casarse, termina suicidándose el mismo día de su boda, influenciado por las artes oscuras de la sombra de la amazónica Kashiri.

En síntesis, Ficción TV es un libro de cuentos con variados relatos entretenidos y noticiosos para quien no pertenece al ámbito literario. Hay textos muy valiosos que bien merecen de nuestro tiempo, si acaso buscamos una propuesta novedosa, bien elaborada y atractiva.

 

 

 



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