Javier Mariscal: administrar el tiempo libre para escribir

 

A la vuelta del mundo es el título de la novela con la que Javier Mariscal Crevoisier ganó a fines del año pasado el Premio de Literatura Infantil El Barco de Vapor. Es administrador de profesión, de eso vive, y no oculta su interés en seguir ganando premios literarios.

 

Por Jaime Cabrera Junco

“En algún momento pensé que si estudiaba Literatura moriría de hambre”. Javier Mariscal Crevoisier no se anda con rodeos con algo que en la vida práctica no está tan alejado de la realidad. Es administrador de empresas de profesión y recién la escritura asomó en su vida como una posibilidad en el 2010 cuando vio que en España había muchos concursos literarios.

—La literatura me empezó a interesar –afirma-, desde los 6 años, cuando empezaba a leer y la portada de un libro me aterraba y seducía al mismo tiempo. Era El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde.

En el 2011 ganó la cuarta edición del concurso narrativo Ten en Cuento a La Victoria con un relato titulado “La Parada City”. Según consta en su hoja de vida, este texto narra diferentes historias de búsqueda y superación de diversos personajes que moran en esa gigantesca alacena de la capital. Además, en el 2012 obtuvo el segundo lugar del concurso de literatura infantil organizado por el ICPNA con el libro El escritor no termina la historia. En 2016, ganó la octava edición del Premio de Literatura Infantil El Barco de Vapor, organizado por Ediciones SM. Su novela se titula A la vuelta del mundo y es una historia de aventuras de un niño que con una balsa navega por los siete mares.

 

—¿Qué te llevó a incursionar en la literatura infantil?
Mi hija, para quien escribí mi primera historia para niños, sin pensar que podría utilizarla para concursar, años más tarde. ¡Gracias, Ale!

—¿Es más difícil escribir una historia para niños que una para un lector adulto?
No, para mí es mucho más fácil. De repente es un problema de madurez. O tal vez es distinto para cada escritor. Como todas las cosas, depende del punto de vista.

 

Mariscal está en desacuerdo con que un libro de literatura infantil debe tener una moraleja. “No creo que sea útil imaginar una historia solo para transmitir una enseñanza”, sostiene. Lo importante para él es que el niño pueda fascinarse con la lectura. Aunque afirma que no tiene nada claro al momento de escribir una historia, lo que sí tiene presente es darle un toque de humor al relato.

 

—¿Piensas escribir alguna novela para público adulto?
Escribí una, que fue finalista en un certamen de novela en España. Estoy escribiendo otra.

—¿Cómo compaginas tu tiempo para poder escribir? ¿Tienes horarios fijos para hacerlo?
Tengo una pésima disciplina. Escribo solamente de noche, porque trabajo, por supuesto, por ese hábito de querer comer todos los días. Sin embargo, cuando tengo algún proyecto importante, puedo amanecerme varias noches seguidas, hasta el punto del trastorno nervioso, gracias al café. He despertado a mi esposa a las 5 de la mañana con los ojos como vampiro.

 

Javier, de 35 años, cuenta que tiene varios proyectos, pero que el más importante es una novela en marcha. No da prenda sobre la trama, pero espera terminarla pronto, y naturalmente, enviarla a un concurso.

—¿Qué te motiva a escribir?
Es muy difícil saber. Clarice Lispector decía: “Escribir es una maldición que salva”. Estoy de acuerdo. Vargas Llosa expresó: “La literatura es fuego”. Muy bien. Auster dice, a su vez, que escribir es una enfermedad. Con tanto genio, ¿qué puede decir un desconocido amateur? Yo escribo para ganar dinero, y por placer. Pero no hay uno sin lo otro.

 

LOS CINCO + 2 LIBROS FAVORITOS DE JAVIER MARISCAL

  1. Santuario, de William Faulkner.
  2. El desierto de los tártaros, de Dino Buzzati
  3. La noche del oráculo, de Paul Auster
  4. El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry
  5. Ficciones, de Jorge Luis Borges
  6. Conversación en La Catedral, de Mario Vargas Llosa.
  7. El astillero, de Juan Carlos Onetti.