Comentamos el libro de cuentos Siete paseos por la niebla (Campo Letrado, 2015), de la escritora Yeniva Fernández. Estamos ante unos relatos que destacan dentro de la tradición de la literatura fantástica peruana.
Por Jaime Cabrera Junco
Como lector uno debe agradecer cuando se encuentra frente a un libro de cuentos que rompe el cristal y nos subyuga a través de sus relatos. Siete paseos por la niebla (Campo Letrado, 2015) es la nueva obra de la escritora peruana Yeniva Fernández, donde lo fantástico emerge de manera natural, deslumbrándonos por el giro que toman estos relatos que parten de situaciones cotidianas y anodinas.
Escrito con solvencia, este libro nos lleva a pensar en el injusto encasillamiento que existe respecto a la literatura fantástica peruana, seguramente porque es tomada como una manera de darle la espalda la realidad social o política. Pues bien, estamos frente a siete cuentos en los que en menor o mayor medida vemos cómo las situaciones comunes se transforman en hechos sobrenaturales. Esto último lo notamos con mayor intensidad en relatos como Rutka o la historia de algunas flores extrañas, La pequeña compañía y En memoria de Evelina, este último acaso donde lo sobrenatural llega a su máximo pico debido no solo a su extensión sino también a alternancia de narradores y al manejo del suspenso.
Salvo Con Yolanda en el acantilado, los seis relatos restantes tienen una contundencia y poder de persuasión, además de resumir la tradición del relato fantástico. Está allí la impronta de Edgar Allan Poe, Hoffman, incluso Cortázar en el relato Antes que caiga la noche. Si tuviera que destacar algunas de las virtudes del estilo de Yeniva Fernández, diría, en primer lugar, la claridad de su prosa y esa manera tan sutil de incluir lo fantástico. Además, me llamó la atención los rasgos mestizos de sus personajes de origen europeo, y también cómo la belleza femenina se convierte en desencadenante de la tragedia de los personajes masculinos. Si hiciera mi ránking de los cuentos que más me gustaron mencionaría primero a Rutka o la historia de algunas flores extrañas y luego a En memoria de Evelina y La pequeña compañía.
Yeniva Fernández (Lima, 1969) había publicado en 2009 su primer libro, Trampas para incautos (Revuelta Editores), que incluía 11 relatos y que fue considerado como una de las mejores publicaciones de ese año por el crítico Ricardo González Vigil. Los entusiastas elogios de los que venía precedido Siete paseos por la niebla no hacen sino confirmar que la espera de seis años ha valido la pena.
