Vuelven las aventuras del espía austriaco Malko Linge, quien en esta segunda parte de CIA Perú, 1985 tiene como misión enfrentarse al entonces mocetón presidente del Perú, Alan García. Esta novela paródica y con mucho humor se presentará el viernes 3 de julio, a las 7:30 p.m., en la librería El Virrey de Miraflores (calle Bolognesi 510). Acompañarán al autor, Eloy Jáuregui, Juan Manuel Robles y Gustavo Rodríguez.
Alejandro Neyra aborda la historia peruana desde la perspectiva de la probabilidad añadiéndole las aventuras propias de la novela policial. Ya en CIA Perú, 1985. Una novela de espías (Estruendomudo 2012) nos presentó en clave de parodia la posibilidad de que el espía austriaco Malko Linge, personaje del escritor francés Gérard de Villiers, haya estado en el Perú para tumbarse a Abimael Guzmán, cabecilla del grupo terrorista Sendero Luminoso. Contada y escrita desde la perspectiva de un joven diplomático, la novela nos presentaba un fresco histórico, pero no con un afán documentalista o de memoria sino para que en esos vacíos que suele dejar la historia, ingrese la probabilidad y lo paródico.
Así, el escritor y diplomático –actualmente es agregado cultural en la embajada peruana en Chile- nos presenta una secuela de esta primera entrega que lleva por título CIA Perú, 1985. El espía sentimental (Estruendomudo, 2015), en la cual el mismo personaje-narrador (acaso un solapado alter ego) recuerda ahora cómo el espía Malko Linge acomete una nueva misión, esta vez poner en vereda al joven e impetuoso presidente Alan García Pérez, quien asume el poder con 36 años y a través sus poses y medidas populistas comienza a inquietar a Washington.
Siempre en clave de parodia y trayendo nuevamente en contexto acontecimientos de esa época, Alejandro Neyra nos presenta una novela que recrea parte de nuestra historia en un periodo considerado trágico debido a la explosión de la guerra interna. El humor, ácido e inteligente, nos permite darle una nueva mirada a esta etapa de la historia peruana y acaso nos hace dudar sobre si aquello que se nos cuenta socarronamente pudo ser verdad.
Comentarios sobre la novela:
Carlos Herrera (escritor y diplomático):
«CIA Perú, 1985. El espía sentimental es una ultraparodia. Alejandro Neyra tuvo la osadía de tratar en ese tono una de las mayores tragedias de nuestra historia».
Gustavo Rodríguez (publicista y escritor):
«¿Y si la CIA quiso tumbarse a ese mocetón irresponsable que gobernó el Perú a partir de 1985? ¿Y si Sendero Luminoso tuvo financiamiento de Washington? ¿Y si Abimael Guzmán no solo sufrió de egomanía, sino también de cuernos? Alejandro Neyra ha escrito esta novela delirante para que el pasado nos visite con una sonrisa desdentada».
Juan Manuel Robles (periodista y escritor):
«Alejandro Neyra es tan modesto que hasta disimula su voz: parodiando novelitas de espías que usaban al Perú como locación imaginaria y exótica, el autor reinventa aquel país terrible de las bombas a través de los prejuicios encantadores de la CIA y su refinadísimo agente. El resultado es un mundo en guerra lleno de conspiraciones pero también de ironía. Lo perturbador es que, habiendo incluido Neyra episodios suficientemente disparatados para que nadie los tome en serio, la saga CIA Perú deja una nerviosa sensación de verdad».
