Con esta ilustración de Wirther Ventura recordamos los 210 años del nacimiento del dramaturgo peruano Manuel Ascencio Segura, considerado como el forjador del teatro peruano.
Texto e ilustración: Wirther Ventura
Manuel Ascencio Segura (1805-1868) es considerado el Padre del teatro peruano debido al espíritu criollo y tradicional de la sociedad limeña expuesto en sus obras dramáticas. En sus diversos sainetes y comedias, el rasgo imprescindible es el lenguaje sencillo y popular conjugado con una temática referido a lo amoroso y lo político de la clase media. Asimismo, podemos evidenciar un manejo notable de la composición formal del verso al componer de manera preferente en octosílabos.
La calidad de Segura es indiscutible, no obstante lo principal era exponer las costumbres con la finalidad de corregir y fomentar un cambio progresivo. Para nuestro dramaturgo, el texto literario debía tener un único objetivo: incentivar al público a la crítica social. Así, bajo la vertiente costumbrista, puso en escena los hábitos más determinantes y la construcción de personajes criollos tipificados o caricaturizados.
Sin duda, la emblemática anciana entrometida e hipócrita Ña Catita es el personaje tipo más recordado entre todos. Escrita en 1845 y corregida en 1856, la comedia de cuatro actos Ña Catita coloca a Segura como el forjador de las bases del teatro nacional. Los consejos de la entrometida, hipócrita y alcahueta Ña Catita en la familia de doña Rufina y don Jesús, las pretensiones indecentes de don Alejo hacia la hija de ambos y el amor juvenil de Juliana y Manuel, me sirvieron de punto de partida para elaborar el presente dibujo en homenaje al recordado dramaturgo costumbrista de la vertiente criolla.
