Un mundo dividido: «El bosque de tu nombre», de Karina Pacheco Medrano

¿Puede golpearnos tanto una novela que narra la violencia que ocurrió en otro país? ¿Cuánto de lo sufrido por Guatemala nos concierne a los lectores latinoamericanos? En El bosque de tu nombre, la escritora Karina Pacheco nos sumerge en un mundo que explora lo más noble y ruin del alma humana.

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Por Nataly Villena Vega*

Hay que ser muy valiente para emprender una aventura literaria tan compleja y exigente como la de Karina Pacheco Medrano en El bosque de tu nombre: contar en una novela la historia reciente de un país extranjero, y hacerlo además con el suficiente dominio de los recursos literarios para hacer este relato apasionante, desvelar lo indecible, y permitirnos acceder en la ficción al paraíso y al infierno de la naturaleza humana.

Esta novela comienza en Londres, en la voz de Ariel, un médico que ha crecido lejos de Guatemala, el país de su padre –Guate, lo llama–, un lugar que guarda en su corazón como el paraíso perdido de todo heredero del exilio. Pero detrás de su belleza, ese país esconde una de las historias políticas más violentas del último siglo y Ariel accede a ella, por accidente, a través de un secreto familiar descubierto tras la muerte de León, su padre.

A través de nuestro protagonista, que la autora sitúa voluntariamente lejos, comienza también para el lector, la inmersión en un mundo dividido, similar al que nosotros los peruanos conocemos, marcado por la dominación de los blancos y la exclusión del indígena. Una exclusión cultural, social, racial y política absoluta, cuya tremenda injusticia se percibe plenamente a través de la distancia. Una exclusión histórica que alcanza su clímax en la década de los ochenta, con el asesinato sistemático como política de Estado, produciendo alrededor de 200 000 muertos, 83 por ciento de ellos mayas. El viaje a través de la historia guatemalteca que hace Ariel –médico humanitario que ha recorrido el mundo para terminar en las cómodas salas de operación de una elegante clínica de cirugía estética–, es un retorno hacia el pasado que va a trastocarlo todo. Como trastoca al lector el descubrir la biografía de sus padres, y a través de ellos, la de un grupo de seres valiosos que en aquellos álgidos años trabajaron, de maneras distintas y poniendo en juego su vida, para colmar la brecha que aún divide a Guatemala.

Entramos así a la facultad de historia de la Universidad de San Carlos de Guatemala, a los cursos que dicta en los años sesenta León Cordado, padre de Ariel y profesor; y conocemos progresivamente a Carlos Fonseca, estudiante primero, luego guerrillero; a Abilio Arangüena, hijo de un poderoso terrateniente y más tarde reconocido historiador; a Pablo Garmendia, joven voluntario en programas de alfabetización y liderazgo; a Raquel Gaspar, hija de un maestro opositor del gobierno. A través de ellos, y de sus recuerdos, se va dibujando el inolvidable retrato de la protagonista ausente, musa y heroína de esta novela: Coralia del Río.

ElbosquedetunombreKPEl bosque de tu nombre es un testimonio potente y emotivo que podemos situar con justicia entre la La fiesta del Chivo de Mario Vargas Llosa y El olvido que seremos de Héctor Abad Faciolince, dos novelas que denuncian a su manera el terrorismo institucional en América Latina. El bosque de tu nombre es una novela acerca del valor, una novela de aventuras en el sentido pleno que tiene esta palabra: una suma de acontecimientos extraños, de casualidades, una empresa de resultado incierto. Su trama está tejida por las historias individuales de personajes enfrentados a un Estado corrupto y autoritario hasta la médula, historias estructuradas con inteligencia y talento en un solo relato central, tenso y complejo, que nos deja sin aliento hasta el último capítulo.

Es también una novela política y social que describe de manera descarnada el destino seguido por Guatemala desde los años cincuenta, cuando se pone fin a la democracia y la injerencia norteamericana cobra fuerza para desplegar más tarde su efecto destructor. A lo largo de la narración, Ariel va dando minuciosa cuenta de la sucesión de gobiernos y de su común denominador: la concentración del poder y la cultura del miedo, la violencia y la muerte. Para el lector peruano, el drama social guatemalteco aparece en esta novela como reflejo extremo de nuestras dos peores décadas de horror, como para mostrarnos que siempre se puede caer más abajo en el abismo. En una realidad social moldeada por el racismo, el pueblo maya es víctima de un verdadero genocidio y el lector lo ve de cerca en la vida clandestina de Pedro Ixil, indígena creador de cooperativas agrarias y último sobreviviente de una línea de sacerdotes; o en el martirio sufrido y compartido con otros personajes anónimos por Juana Tum Kótoja, personaje extraído de la vida real, curandera, feminista ya en esos tiempos y madre de la Premio Nobel Rigoberta Menchú.

En el plano simbólico, El bosque de tu nombre reproduce ese drama dibujando una realidad en la que al pueblo maya se le niega la palabra. Así, en una terrible escena, dos ancianos son sometidos a un interrogatorio bárbaro e inútil, puesto que sólo hablan cakchiquel; del mismo modo, los testimonios a los que la novela nos da acceso nunca son contados directamente por los mayas, sino por aquellos personajes que buscan darles voz: los héroes de este libro, alfabetizadores, individuos-puente cuya misión inicial, la de aproximar al maya de la modernidad, termina convirtiéndose en un retorno al origen, al bosque, gracias a la figura de Mama Ixchel, la partera, la dadora de vida. Este simbolismo es también onomástico, como lo indica, en un guiño, el título de la novela: la bella Coralia, cuyo nombre significa a la vez “joven mujer” y “vocecita”, representa en este libro, la vocecita creciente de Guatemala, enamorada primero del espejismo de un país en apariencia reconciliado consigo mismo, a través del apuesto y obsesivo personaje de Jorge Lester; y más tarde, ya lúcida y segura de su misión, casada con el periodista y educador radial en lenguas mayas, Fernando Voz. Pero para recuperar la palabra en un país como ése, hay que estar dispuesto a dar la vida, y el círculo simbólico de la novela se cierra alrededor de la idea del valor, y en la figura del león.

Este libro es la historia de un gran amor, genuino e inquebrantable: el que sienten los personajes por una mujer idealista y valiente, y el que los une de manera absoluta a su propia tierra. El personaje de Coralia corresponde a Guatemala.

Encontrarse con una novela de tal calidad y madurez es un acontecimiento raro, y podemos decir sin dudar que Karina Pacheco es la escritora peruana del momento. El bosque de tu nombre se inscribe en un recorrido literario cada vez más arriesgado y ambicioso, y es un desafío de talla, que la autora enfrenta y gana de la primera a la última línea.

 

 

*Nataly Villena Vega es narradora, editora y ensayista. Ha publicado numerosos cuentos en revistas y antologías. Ha publicado la novela «Azul» (2005) y el ensayo «Vargas Llosa, intellectuel cosmopolite» (2008). Coordina talleres literarios desde el año 2006 y actualmente es editora de L’Herne.

 

 



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