Susan Orlean: “Veo el mundo como si fuera una serie de historias”

La escritora y periodista estadounidense Susan Orlean nos habla en esta extensa charla de su trabajo y nos da sus puntos de vista sobre la crónica, género estrella del periodismo actual y que ella ha desarrollado con maestría y originalidad en la prestigiosa revista The New Yorker.

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Por Daniel Robles Chian ([email protected])

Colaboración: Sophia Wong ([email protected])

Fotografías: Iván Salinero y Antonio Sorrentino (Colectivo Phoss)

No presentaba ninguna nueva novela de no ficción, pero su categoría y prestigio bastaban para que se convirtiera en el foco de atención de la 19º Feria del Libro de Lima: Susan Orlean (Estados Unidos, 1955), la escritora norteamericana y autora del libro El Ladrón de Orquídeas, visitaba Lima. En la feria fue entrevistada dos días consecutivos, la primera por Julio Villanueva Chang y la segunda por Gabriela Wiener. Orlean nunca ha escrito ficción, siempre ha producido novelas de no ficción y crónicas. Una de sus obras más destacadas novelas es  El Ladrón de Orquídeas, que fue adaptada al cine bajo el nombre de Adaptation. La historia de esta obra se basó en la investigación que realizó la cronista del arresto de John Laroche y un grupo de personas que robaba orquídeas en Florida. Otras de sus novelas son Saturday Night, la primera que escribió, y Rin TinTin: The Life and The Legend. Lleva trabajando por más de 20 años en la revista norteamericana The New Yorker y ha publicado en ese medio sus crónicas. Entre sus más destacadas se encuentran The Dog Show, La ruta de la devoción y El hombre americano a los 10 años. En estas se observa un interés particular por la vida e historia de personas o seres aparentemente ordinarios: un grupo de música góspel, un niño de 10 años y un perro llamado Biff Tuesdale. Sin embargo, todos sus personajes están lejos de ser corrientes: poseen elementos únicos e interesantes.

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Hay varios periodistas y cámaras en el lobby del hotel: la presencia de Susan Orlean no es una cualquiera. Mientras se toma una de las muchas fotografías del día, su pequeño hijo corretea por los pasillos. La escritora, con una sonrisa siempre presente, se muestra gentil y alegre. Una sonrisa que siempre la acompaña en sus entrevistas y conferencias en Estados Unidos, y que volveremos a apreciar en su presentación en la 19ºFIL. Nos mencionan que aún no ha desayunado, pero ya está preparada para darnos la entrevista.

Comenzaste a escribir historias sobre un viaje que tuviste con tu familia cuando tenías 4 o 5 años. Escribiste todo lo que veías en el viaje, pero ¿cuándo te diste cuenta de que la narrativa de no ficción era tu pasión y algo más que un simple gusto?
Apenas me gradué del college, comencé a reflexionar sobre qué iba hacer con mi vida. La única cosa que me emocionaba hacer era escribir narrativa de no ficción, pero ¿cómo comencé a hacerlo? ¿Cómo hacerlo una profesión? El minuto en el que tuve la oportunidad de escribir profesionalmente, supe inmediatamente que eso era lo que quería hacer.

¿Esta primera oportunidad fue en la revista The New Yorker?
Fue antes. Después de terminar el college, me trasladé al oeste y había una revista que recién comenzaba a circular. Se acababa de estrenar y era muy pequeña. No tenía experiencia así que no tenía un currículum muy impresionante, pero sentía mucha pasión por escribir historias. Obtuve el trabajo y al minuto que comencé a hacerlo sabía que a eso me dedicaría.

En tu cuenta de Twitter colocas que eres “escritora, escritora, escritora. Ah, y también escribo”. Tu pasión por esta actividad se refleja cuando mencionas que te encanta contar historias en una reunión, en un salón de clases, en una comida. Siempre sorprender a los demás con el “¿sabías que?” Entonces, ¿qué significado tiene la narrativa en tu vida?
Es una buena pregunta. Veo el mundo como si fuera una serie de historias y para mí la narrativa es un elemento básico de cómo experimento el mundo, de cómo me comunico con otras personas. La narrativa está presente en cada parte de mi vida.

Has comentado que contar historias es la base de la interacción humana, que siempre habrá personas que quieran contarlas y otras escucharlas, y por este motivo la narrativa nunca caducará ¿Por qué la gente realmente está interesada en las historias?
Porque la gente es curiosa. La gente vive de una manera muy específica y tiene la capacidad de estar interesada en otras historias, en otras vidas, en otras realidades. Eso siempre ha sido verdad, las personas no podríamos existir sin esa curiosidad, incluso para preguntarle a alguien cómo ha sido su día. Es nuestra naturaleza y nuestra forma de vivir en el mundo.

Las novelas que has publicado son de no ficción. ¿Por qué prefieres las historias de no ficción que las de ficción?
Me encanta leer ficción y eso es lo que hago con la mayor parte de mi tiempo libre. En mis momentos de lectura, mayormente leo ficción. Nunca he intentado escribirla, creo que si pensara que lo pudiera hacer bien, estaría muy emocionada.Todavía amo la experiencia de salir y aprender, eso es lo que es la no ficción, es una educación continua.

Cuando escribes, ¿escribes para ti o siempre piensas en tu público?
Es una combinación. Me gusta la experiencia de aprender de lo que he investigado, amo sentir que he escrito, usualmente lo hago por amor a mí misma, pero siempre estoy consciente del lector.

Hay escritores que sostienen que escriben para sí mismos y no para arreglar la vida de los demás.
Creo que tengo más interés en el intercambio, incluso si es hipotético. A mí me causa mucho placer imaginarme al lector.

 

 

SUSAN Y LA CRÓNICA

En la última década, la crónica ha cobrado mayor presencia en Latinoamérica. Julio Villanueva Chang dice que los cronistas tienen el privilegio de contar no solo lo que sucede, sino lo que parece que no sucede. En este segmento de la entrevista, hablamos con Orlean de este género literario. Aquí un pequeño extracto de su crónica “El hombre americano a los 10 años”:

“Si Colin Duffy y yo nos fuéramos a casar, deberíamos tener libretas de superhéroes que hagan juego. Usaríamos pantalones cortos, grandes tenis, camisetas amplias con los nombres de atletas famosos todos los días, incluso en invierno. Dormiríamos con la ropa del día puesta. Seríamos muy buenos jugando Nintendo Street Fighter II, pero Colin sería mejor. Haríamos los deberes, pero nunca sería muy difícil y siempre estaríamos acabando de hacerlos. Comeríamos pizza y golosinas en todas nuestras comidas”

Susan-Orlean2El cronista mexicano Juan Villoro dice que la crónica es una mezcla de los datos inmodificables del reportaje, de la emotividad y la capacidad de narrar de la novela, de los diálogos y el recojo de información de la entrevista, de la posibilidad de conectar saberes del ensayo. Gabriel García Márquez decía que la crónica es un cuento que es verdad. ¿Cómo la definirías?
La narrativa de no ficción tiene que ser totalmente verdad. No puede ser realizada utilizando todas las citas de los entrevistados, todos los datos del reportaje, pero siempre consistirá en ser lo más preciso posible acerca de los hechos reales de un historia.

Escoger y seleccionar qué incluir en la crónica y qué no. No puedes colocar cada pequeño detalle.
Exacto.

Mientras que en la novela se puede utilizar la ficción, la información no se puede alterar en la crónica. ¿Crees que esa incapacidad de usar la ficción en la crónica la termina limitando?
No, no lo creo. Siento que es exactamente lo contrario. Uno recoge los hechos y luego el reto está en cómo juntarlos y unirlos. Si pudieras inventar hechos extra, removerías el verdadero reto que es utilizar lo que es verdad y reunirlo en una historia.

En una conferencia mencionabas que antes bastaba que los cronistas y narradores escribieran sobre algún lugar al que el resto de gente no haya podido ir para crear una historia. Pero ahora, en una época en la que hay gran acceso a la información y en la que la gente puede enterarse de esos sitios, ya no es suficiente. Decías que incluso uno podía entrar a Google Street View y ver las calles de otros países. Entonces, ¿cuál sería el valor agregado de un cronista o narrador?
Es verdad, en el pasado la gente podía simplemente describir un lugar porque muchas personas no habían tenido oportunidad de verlo o visitarlo. Actualmente, solo presentar la descripción de los lugares no es suficiente, pero la perspectiva, la habilidad de contar una historia sobre un lugar para encontrar lo interesante de este, es el valor agregado. No sería interesante detallar y describir cada calle de Lima, la labor del escritor es escoger y elegir los detalles que sí son interesantes y hacerlos una historia.

También es importante que un cronista o narrador cause un impacto en las emociones del lector y que estos aprendan algo nuevo sobre un tema del que pensaban que ya lo sabían todo…
Y para agregar, que aprendan algo nuevo sobre un tema que pensaban que no les iba a interesar. Hay muchas historias fascinantes en lugares en los cuales la gente piensa que no habría ningún interés.Nadie va a ir a Google Maps y buscar lugares que creen que son asquerosos, ordinarios o poco interesantes, pero un buen escritor puede decir: “Hay una gran historia y algo muy importante que aprender en este lugar que crees ordinario”.

¿Qué buscas generar con tus crónicas en el lector?
Quiero despertar en los lectores una apreciación por las partes del mundo que no conocían o que no habían mirado de cerca.

¿Qué es más importante para un escritor de crónicas: encontrar una buena historia donde el resto solo ve aspectos cotidianos o tener la técnica para escribir?
Ambos por igual, no puedes tener una sin la otra.

Para una buena crónica, ¿se puede contar una historia de algo cotidiano compensándolo con una gran técnica narrativa o es necesario encontrar en lo cotidiano algo nuevo que los demás no se hayan percatado?
Necesitas hacer ambos. Parte de lo importante de algo ordinario es apreciarlo y saber que nunca lo has entendido o comprendido verdaderamente. Lo divertido es que a veces esas cosas ordinarias son más sorprendentes cuando te detienes y las observas con detenimiento. Tienes que encontrar la sorpresa en lo familiar, pero también necesitas el arte para hacerlo irresistible.

Uno de los talleres de crónicas de Julio Villanueva Chang se titulaba: “De cerca todos somos raros”. ¿Consideras que todas las personas tienen algo interesante o de rareza?
Claro, examinado muy de cerca, cualquiera es muy particular. Nadie es ordinario en ese sentido.

Entonces, ¿se podría hacer una crónica de cualquier persona?
Sí, creo que sí. No escogería hacer ese tipo de historias una y otra vez. Es fascinante ver muy de cerca a alguien y su vida. Es un poco un mito creer que hay alguien ordinario.

LadronPortadaOrlean¿Es más fácil encontrar algo “diferente” en personajes famosos que son portadas de diarios o en personas comunes?
Lo que sucede con las celebridades es que es más difícil conocerlas realmente. Como periodista, es poco común llegar a ver cómo son sus vidas, ellos no quieren ese tipo de intimidad. Es un reto muy distinto.

¿Hay alguna cantidad de tiempo mínimo para escribir una buena crónica? Algunas personas dicen que se necesita mínimo tres días, algunas crónicas toman tres meses.
Algunas de mis historias favoritas las realicé entre una y dos horas.

¿Cuáles historias?
Son cortas, hice una que en realidad no estaba muy convencida de hacerla, era un perfil de un agente de Hollywood. Solo tuve una hora con ella, y no es el tiempo con el que normalmente me siento cómoda. Lo mismo me sucedió con el perfil de otra persona, a pesar de que escribí mucho de sus negocios y tuve bastante tiempo para ello. Pero, si alguien me da a escoger, diría que necesito entre tres, cuatro o cinco días mínimo.

¿Incluyendo el proceso de investigación?
No, para la investigación necesitas más tiempo. Definitivamente he hecho historias en menos tiempo del que te comenté y de las cuales me siento orgullosa. No creo que haya un tiempo establecido, pero uno siempre se siente cómodo con más tiempo.

Tal vez escribiste estas historias en una o dos horas porque ya habías investigando anteriormente o conocías a esa persona.
A veces conoces a alguien e inmediatamente sientes que la entiendes. Hay diferentes tipos de historia. Puedes tomar una historia y hacer varias versiones: la versión de un día con el personaje o de seis semanas con este. Si eres un buen escritor, ambas serán distintas entre sí, pero valiosas.

Hay gente que dice que las primeras impresiones pueden engañar al escritor. Por ejemplo, puedes ver a una persona un día y al día siguiente lo ves distinto ya que en esa primera oportunidad estaba de un humor específico.
Es por eso que mientras más tiempo pases con alguien, sentirás que tienes un sentido más completo de quienes son.

Cuéntame un poco de esta técnica que utilizaste en la crónica llamada The Dog Show. Comienza así: “Si yo fuera una perra, estaría enamorada de Biff Tuesdale. Biff es perfecto. Es amistoso, guapo, rico, famoso y está en perfecta forma. Casi nunca babea. No le asusta el compromiso. Quiere tener hijos – en realidad tiene varios, y quiere muchos más. Trabaja duro y es un gran profesional, pero también sabe cómo divertirse”.
Me sentí enamorada de este perro (Biff), un perro maravilloso. Encontraba muy divertido adentrarme dentro de este personaje, y de escribir como si estuviera realmente en su mundo, en su voz. No como un truco, pero como una forma de explicar algo real sobre ellos.

Para conectar al lector con el perro.
Claro, y de una manera inmediata e intensa para que los lectores entren al mundo del personaje, en este caso, el perro.

SusanPost3¿Las crónicas deben cambiar a lo largo del camino de investigación? ¿Se puede hacer una buena crónica sin cambiar de enfoque a lo largo de la investigación?
Podemos usar la analogía de viajar, si viajas a algún lugar y piensas escribir una descripción de este sitio antes de visitarlo, no tendría sentido. En cambio, puedes explicar por qué quieres ir al lugar, pero espero que tengas aventuras y descubrimientos mientras estás ahí. Intento investigar sin una expectativa de cómo terminará. Pero eso no funciona en las propuestas (risas).

Has comentado que no te gusta utilizar la grabadora en tus entrevistas para las crónicas porque más que cada precisa frase, lo importante es percibir el momento y la experiencia con el entrevistado.¿Es esta la razón?
Siento que escucho más atentamente si tomo notas. A pesar de que suene como algo intuitivo, si prendo una grabadora, mi mente se pierde, siento como si no escuchara ya que la grabadora está tomando las notas. Luego tendría que sentarme y escuchar todas las grabaciones. Tomo notas porque así estoy escuchando, estoy procesando y estoy escribiendo las frases que veo relevantes, es casi como hacer el mismo proceso de edición.

¿Alguna vez te has olvidado de datos importantes por no grabar?
Sí, definitivamente. Si es información sobre los hechos, puedo volver y encontrarla. Lo que más odio es recordar después de la entrevista que alguien estaba diciendo algo muy interesante y en ese momento no le presté suficiente atención ya que no lo veía tan llamativo.

¿Cómo entrar en confianza con tu entrevistado cuando solo tienes una hora?
Es difícil. Me pongo nerviosa cuando tengo esa cantidad de tiempo porque no sé ni por dónde empezar. Como prefiero observar que hacer preguntas, es aún más difícil realizarlo en una hora. Intento tener preguntas básicas, pero dejar que la conversación continúe hacia donde tenga que ir y no llevar muchas preguntas de partida.

¿Estás de acuerdo en que hay un boom de la crónica en Latinoamérica?
Creo que ha habido un enorme crecimiento de interés en escritura de no ficción en los últimos diez años, lo cual es interesante. Hay un crecimiento en el apetito por historias que son reales y de las cuales la gente puede aprender.

Leila Guerriero, una cronista argentina, dice que no se puede hablar de boom ya que hay pocos medios que les dan el adecuado dinero y tiempo a los cronistas para investigar durante bastante tiempo.
Es verdad en cualquier lugar. En Estados Unidos, que es la casa para este tipo de escrituras, siempre ha habido más apoyo.

En Estados Unidos, ¿se puede vivir de la crónica sin necesidad de hacer otros trabajos?
Claro, hay mucha gente que lo tiene como una profesión a tiempo completo. Todavía hay una gran cantidad de publicaciones, no tantas como desearía que hubiera y no tantas como había antes, pero sí hay muchas revistas, periódicos y maneras de publicar.

¿Qué es lo que no le debe faltar a un cronista?
Curiosidad y entusiasmo, sin ellas no puedes serlo. Y un lapicero (risas).

¿Cómo ves el futuro de la crónica?
Creo que estamos en una transición muy grande, a la vez de que muchas publicaciones son online y los medios escritos comienzan a disminuir. Este cambio no necesariamente va a traer malas noticias para escritores de no ficción.

Más gente puede leer las crónicas por internet.
Pero por otro lado, ha significado que haya tanta información que es más fácil ser publicado pero es más difícil ganarse la vida.

 

LOS 5 LIBROS FAVORITOS DE SUSAN ORLEAN

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1. The White Album, de Joan Didion.

2. El camino fantasma, El ojo en la puerta y Regeneración, una trilogía de Pat Barker.

3. El ruido y la furia, de William Faulkner.

4. The Electric Kool-Aid Acid Test, de Tom Wolfe.

5. El amor en los tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez.

 

 



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