En una conferencia breve, que duró apenas veinte minutos, Marco Aurelio Denegri lanzó Poliantea, una obra que contiene una recopilación de textos y comentarios sobre diversos temas realizados por el autor en los últimos años.
Marco Aurelio Denegri congregó a gran cantidad de gente que quedó ansiosa de seguir escuchándolo. (Foto: Feria del Libro de Lima).
Por Daniel Robles Chian
[email protected]
Si bien Marco Aurelio Denegri fue el gran protagonista de la jornada, fue Nerit Olaya, el representante del Fondo Editorial de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, el que recibió los primeros aplausos. Ante un auditorio repleto, Olaya se ganó la aprobación de los espectadores con las siguientes palabras introductorias: “Les prometo hablar poco para dejarle la palabra a Marco Aurelio, porque eso es lo que ustedes están esperando. El aplauso con el que lo recibieron cuanto estaba entrando me exime de todo comentario de presentación”, mencionó el representante, que al cumplir con su promesa generó las palmas de los presentes.
La especial, inteligente y entretenida performance de este ilustre polígrafo dio la sensación que el poco tiempo que duró la presentación se pasara aún más rápido. Los asistentes se quedaron con ganas de escucharlo por más minutos. Neirt Olaya mencionó que la obra posee el estilo desmitificador y provocador característico del autor. Denegri comentó algunos temas desarrollados en Poliantea y enfatizó que la lectura del libro es una amena y ligera. “Los párrafos y los capítulos de la obra son cortos. Ahora estamos, desgraciadamente, en una época de poca lectura. Hay que promoverla produciendo una lectura apetecible”, indicó.
Diversiforme. Esa fue la palabra que utilizó Marco Aurelio para catalogar el carácter de su libro. Esto se debe a que los temas tratados, separados por capítulos, son de diversa índole: desde cuestiones como la posibilidad de amar a más de una persona al mismo tiempo, pasando por un sección titulada Nuestro repertorio de estupideces, hasta una investigación y análisis de la existencia del comercio sexual de los indios con las llamas. Los textos han sido elaborados y complementados a lo largo de los años, incluso Denegri mencionó que algunos los comenzó a elaborar en la década de 1970. Lo que no dejamos de encontrar en cada capítulo es una extensa cantidad de citas y bibliografía, que muestra el amplio trabajo de investigación del autor para elaborar los temas.
Uno de los temas más cómicos de la obra es el relacionado a la estupidez. En Nuestro repertorio de estupideces y Dios y la estupidez, se aborda el rol estupefaciente y opresivo que ejerce la estupidez y concluye citando una frase de Óscar Miró Quesada de la Guerra: “La principal fuerza que mueve al mundo es la estupidez”. “Según un Premio Nobel de Medicina, la inteligencia de las personas está comenzando a disminuir, yo creo que de manera indefinida. De esta manera, la estupidez aumenta. Lo podemos observar a cada rato, por ejemplo, si vemos el campo de la política. Evidentemente eso no puede ser una manifestación de inteligencia”, mencionó Denegri, y así provocó las risas de los espectadores. Asimismo, declaró que compuso este texto a partir de un relato de Antonio Cisneros. Esto ocurrió cuando el poeta asistió a una feria del libro en Colombia, en la cual se encontró con otros escritores y poetas. Intercambiaron obras y al llegar su hogar, ‘El oso hormiguero’ miró las dedicatorias y en una estaba escrita: “Para Antonio Cinseros, por todas las estupideces que dijo el viernes”. Las risas del público se convirtieron en carcajadas y así concluyó que nadie está libre de decir estupideces.
Otro tópico de la obra es La máscara o la vida como representación. En esta se afirma que las personas utilizan una máscara en su vida cotidiana que impide que los otros las conozcan tal como son. Uno puede pensar que sin la máscara son más valiosas, sin embargo, en la obra se menciona que las personas verdaderamente interesantes sin ella son muy pocas, y que por ello, la amistad superficial es la mejor. “Si escarbamos mucho en el amigo, veremos que en realidad tienen la profundidad de un charco, que no tienen la profundidad que esperábamos, que son de escasa valía”, complementó el autor.
Asimismo, Poliantea incluye una sección de proverbios. Cuando el polígrafo se refirió a uno que dice: “El que vive de esperanzas, muere en ayunas” e indicó irónicamente que la gente siempre está muy esperanzada de que va a encontrar al amor de su vida. Al escuchar esto, el público no contuvo las risas. Al mencionar el capítulo ¿Se puede amar a más de una persona al mismo tiempo?, Denegri mencionó que el tema se centra en el amor de pareja, mas no en el amor parental.
Otros de los temas que el autor abordó fue el primer capítulo de su libro Ideas y creencias. En esta se explica la diferencia entre ambas y se concluye que uno no vive por ideas, uno vive por creencias. La creencia es algo que se da por sentado, mientras que la idea se formula y se cuestiona. “Una creencia es que nuestros padres son realmente nuestro padres. A nadie se le ocurre hacer una investigación en registros públicos o una prueba de ADN”, detalló el expositor. En El indio y la señorita de la altura, Denegri relató que lo comenzó a escribir en la década de 1970 y en ese entonces Lourdes Alcorta no le creyó que fuera cierta la zooerastia, el trato sexual apasionado con los animales, de los indios con las llamas.
Al finalizar, el auditorio aplaudió y se quedó con ganas de más. Esta situación se vio reflejada en las largas filas para adquirir el libro, para los autógrafos y para tomarse fotos con Marco Aurelio. Una vez más, muchos de los espectadores se quedarían con ansias: Denegri tuvo que retirarse dejando los libros de muchos sin su sello.
No hay comentarios
Añadir más