Álvaro Bisama: “Me interesa la novela como género abierto”

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Conversamos con el escritor chileno Álvaro Bisama, quien en cada libro busca reinventarse y no repetir fórmulas que resultan exitosas. Además sostiene que la escritura le permite descubrir cosas que ignoran y construir un mundo habitado por la duda y la sorpresa.

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Por Jaime Cabrera Junco
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Escritor, crítico literario y profesor universitario chileno, Álvaro Bisama (Valparaíso, 1975) es autor de novelas “raras” –como las llama él-, entre ellas Caja negra (2006), Música marciana (2008), Estrellas muertas (2010) y Ruido (Alfaguara, 2013). Fue seleccionado por el Hay Festival de Colombia como uno de los 39 escritores latinoamericanos menores de 39 años más importantes.

¿Ser escritor para ti es una vocación o fue un descubrimiento?
(se queda en silencio unos segundos) Nunca lo había pensado…no sé lo que es escritor, es decir, me siento muy lejos de la figura del escritor, me siento muy cercano a la idea de hacer libros nada más. Me interesa escribir, pero ser escritor…¿qué significa ser escritor? ¿Una pose, una vocación? No lo tengo claro. Yo fui lector mucho tiempo, un gran lector, y mi relación con los libros está marcada por la lectura. Me puse a escribir porque me parecía que era una manera de acercarme a los libros que quería leer. Luego, con los años, me he vuelto escritor y hago los libros que me interesan escribir, que me obsesionan, pero esto no ha sido pensado como carrera, además no hay nada más iluso que hablar de una carrera de escritor en Latinoamérica.

Los escritores ven el acto de la escritura como una pulsión más bien
Sí, es una pulsión, pero también un trabajo manual y también un trabajo muy preciso que requiere encerrarte, pulir, requiere cualquier cosa menos la idea de que los libros salgan automáticamente sino que uno va puliéndolos, va transformándolos, va encontrándose con los textos.

Decías que ante todo fuiste un gran lector. ¿Qué lecturas fueron fundamentales o si acaso hay algunos autors te empujaron a escribir?
Son muy azarosos estos libros. Puedo mencionar a Robert Graves y Yo, Claudio, esa clase de novela histórica que me dieron a leer de muy chico. Libros de ciencias de ficción como los de Philip K. Dick o de J.G. Ballard; o novelas latinoamericanas como las de Vargas Llosa o García Márquez, así como algunas cosas de Roberto Bolaño o poesía de Enrique Lihn. Hay muchas historietas que me interesan, pero también considero al cine, la fotografía, y el arte, no siento que sean campos separados. Me interesa la obra de una fotógrafa como Paz Errázuriz y al mismo nivel que una novela de Bolaño. Uno puede transitar y acercarse a los objetos de la cultura con comodidad y en espacios diversos sin ningún problema.

Formaste parte de un movimiento llamado Freak Power…
No, no, no, lo que fue es que tuve la suerte de tener un grupo de amigos que nos juntábamos a hablar de cualquier cosa menos de libros y justamente sucedió que varios de nosotros sacamos determinados libros raros en un periodo muy corto. Entonces otro amigo, quien es Pato Jara, se le ocurrió que podría hacer un reportaje y lo armó. Lo que quedó de eso fueron los libros…era divertido eso.

Bisama3Caja negra y Música marciana son novelas a las que calificaste de «desquiciadas» y presentan alusiones a directores de cine de terror, ovnis y dibujantes japoneses.
Son novelas paródicas, extremas…estaba en esa época con la idea de hasta qué punto podía saturar la página, la novela de relatos donde hay relatos dentro de relatos, trabajar la anomalía como si fuera algo normal, jugar a la parodia como una forma de contar la historia de la comunidad, sin recurrir claramente a eso, sin pretensiones, sin una voz engolada. Y eran extremas, Música marciana es una novela extrema y me gusta eso.

¿Qué importancia tiene lo pop para ti?
Me interesaba mucho lo pop pero también era una tecla que cuando la has tocado dos veces ya te aburre. Escribir novelas sobre el fin del mundo y de freaks y monstruos es divertido pero ya lo hice dos veces, ¿por qué tengo que volver hacerlo? Yo trato de escribir libros que no se parezcan unos a otros. También lo pop es una forma de perpetuar cierta adolescencia de los gustos, yo ya tengo 38 años ya he hecho dos o tres novelas pop, ¿por qué tengo que encasillarme? Me interesa la novela como género abierto, donde la memoria se cruza con la biografía, donde cabe el ensayo, donde cabe todo.

Como crítico publicaste este libro llamado Cien libros chilenos y cuando te entrevistaron te preguntaron por qué no incluiste al poeta Gonzalo Rojas
No lo incluí porque no me gusta.

Y dijiste que Rojas es «uno de los poetas más aborrecibles»
Es aborrecible, es un poeta masturbador que contempla a las mujeres desnudas, es un autor de poemas sueltos, me parece un buen autor de poemas sueltos pero también en el entendimiento de una literatura más clásica, más congelada. Creo que la poesía es un campo abierto, Rojas es la colección de lugares comunes de lo que debe de ser un poeta: alguien que habla con la voz ronca, que le habla al mundo, que habla cosas metafísicas. Ese tipo de poesía no me interesa.

Te interesa más Nicanor Parra…
Me interesa más Parra, me interesa Lihn, Fabián Casas, Martín Gambarotta, Héctor Hernández Montecinos. Me interesa el último libro de Zurita, son lugares donde algo se está rompiendo, donde algo se está convirtiendo en otra cosa, donde hay certezas, donde el lenguaje es algo pantanoso, donde trabajas con escombros. Esa poesía perfecta, luminosa, etérea pero a la vez sensual de Rojas me parece bien, bonito (sonríe).

En el caso de la narrativa chilena, cómo ubicas a Bolaño y a Fuguet
Ah, bueno me interesan los dos. Me interesa mucho Fuguet porque en él se da la paradoja de que en el fondo escribe novelas sobre gente muy sola que se salva siempre por medio de los libros, las películas o la música. La obra de Fuguet está completamente armada sobre la idea de alguien que está escribiendo sobre cómo zafar de la soledad, de la pena, sobre cómo evitar estar solo y encontrar una comunidad, encontrar un lugar. Y Bolaño es una tradición en sí mismo. Además ha respondido a ciertas preguntas sobre cómo leer, qué significa la novela, cuál es la tradición de la cultura chilena en relación a la cultura latinoamericana, qué significa hacer una novela política, de la ambición de la novela como género. Me interesa mucho Bolaño.

¿Qué tanto lo ha mitificado su muerte?
No, no creo…si tú lees obras como Nocturno de Chile o Los detectives salvajes o 2666 te topas con obras mayores que no requieren justificación alguna. Son ejercicios de investigación radical en el arte y la cultura, son obras ambiciosas. Sí, hay un mito, pero las obras pueden sustentar este mito.

 

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RuidoBisamaEstudió Pedagogía en Castellano y comenzó haciendo crítica literaria. Sus primeras columnas las publicó en El Mercurio de Valparaíso y a fines de los 90 lo haría en La Tercera. Mientras hacía crítica, dice, que fue descubriendo que no le gustaban los libros que le tocaba leer. Aunque no se lo propuso empezó a darle más vueltas a algunos textos que tenía y terminó escribiendo el tipo de libros que le gustaría leer.

Hablemos de Ruido, tu última novela que está inspirada en un hecho que ocurrió en Chile en la década del ochenta. Es la historia de un vidente adolescente que afirmaba tener contacto con la Virgen María. ¿Es tu novela más arriesgada?
Yo creo que es la más legible. Es arriesgada porque viene de materiales muy distintos, el esqueleto de la novela es una crónica que alguna vez publiqué en Etiqueta Negra y por otro lado, es un ejercicio de la ficción y hay allí también un ejercicio de la memoria. La novela para mí cruza estos tres lugares: la crónica, la ficción y la memoria. A mí me parece que es una novela donde no hay parodia, donde hay mucho espacio en blanco, donde todo está muy desnudo como cuando alguien deja un refrigerador vacío. Es una novela arriesgada porque viene de varios lugares distintos.

En cuanto a la técnica, tenemos fragmentos y esta voz en primera persona del plural
Yo creo que cuando tuve esa voz la novela fluyó porque me permitía incorporar otras voces, aludir al ruido como dice el título de la novela. Esta voz es y no es fantasmal, generacional, que es cualquier cosa.

Ese acontecimiento de tener encuentros con la Virgen está asociado a lo psicosocial, como pasó en el Perú con ‘La Virgen que llora’
Claro, claro, ahora creo que en el caso chileno nadie pudo escribir un guión tan malo. La novela habla de este chico que aspira pegamento y luego se vuelve vidente y se encuentra con la Virgen 480 veces y luego se traviste y se vuelve mujer (sonríe). La conspiración se vuelve una comedia perversa y a la vez un drama muy triste. Creo que contar esa historia era para hacerlo desde retazos de la comunidad.

En el caso de la escritura, ¿te interesa explorar varias formas?
Es por defecto porque escribo columnas, crónicas y ficción, y, a veces, no sé los límites entre unos y otros. Tampoco me pasa a mí, les pasa a varios, ¿por qué tendremos que encasillarnos en un género determinado, por qué tendríamos que hacer determinado género? La novela es una respuesta respecto de algo que no sé, que se publique no es tan central. Hay cosas que quiero descubrir en los libros y al descubrirlas quiero ver hasta dónde puedo llegar con ellos. La novela siempre fue híbrida como género, ¿por qué hay que exigirle pureza? ¿Por qué tengo que esperar que sea una historia ficticia? ¿Por qué no puede ser un campo abierto? La novela es algo que para mí está más cerca de la pregunta que de la respuesta.

¿Por qué escribes entonces?
Para descubrir cosas que no sé. Para encontrarme en la lengua, para pensar en objetos y mirar objetos que no miraría si no escribiera. Para fabricar objetos que me interesan porque precisamente fallan, porque me gusta contar historias, pero también porque me gusta que esas historias o que estén o habiten la duda, la sorpresa, el misterio o que estén en un terreno casi de sombras.

 

 

CINCO LIBROS RECOMENDADOS POR ÁLVARO BISAMA

1. Ocio, de Fabián Casas

2. Yo, Claudio, de Robert Graves

3. Nocturno de Chile, de Roberto Bolaño

4. From Hell, de Alan Moore y Eddie Campbell

5. Para una autopsia de la vida cotidiana, conversaciones de J.G. Ballard.

 

 



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