Pablo De Santis: «La literatura es una especie de juego, un juego serio»

Luego del éxito de El enigma de París, ganador del premio Planeta-Casamérica 2007, Pablo de Santis publica su segunda parte, Crímenes y Jardines, donde el joven detective, Sigmundo Salvatrio, deberá resolver una serie de asesinatos vinculados a la mitología griega.De Santis confirma el terreno fértil que es para él: la de series policíacas y ocultistas.

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Por Alberto Rincón Effio

 

Tus novelas son casi literatura fantástica por la irrealidad del contenido –el hecho de que los detectives sean una especia de liga contra el crimen, de mucho respeto– ¿Por qué decidiste crear estos mundos autónomos?
Lo que vos decís es lo que me planteaba, crear un mundo autónomo que no fuera fantástico en el sentido que no ocurra nada posible, mágico, pero sí que todo el mundo sea paralelo al mundo real. Entonces, hay detectives considerados personajes importantes, que forman una especie de logia y eso era lo que más me interesaba de la novela. Más que la historia en sí misma, la construcción de un mundo. Yo creo que un cuento es una historia, en una novela no basta una sola historia, sino, debe ser el mundo donde ocurre una historia. Ese fue el punto de partida de esta novela.

Crímenes y jardines transcurre a fines del siglo XIX, ¿cómo fueron esas investigaciones históricas para escribir tu novela?
Para mí hay tres momentos en la escritura. Uno es imaginar sin escribir nada; hay tramas que a veces estás pensando por años, yo escribo varias cosas a la vez. Después hay un momento de la escritura libre, sin preocuparme por la coherencia histórica, es un punto de escritura de pura invención. Y hay otro momento de la corrección, donde queremos que la historia esté presente de una manera más o menos auténtica, que no haya anacronismos. Por su puesto que todo es inventado pero me importa que el mundo real no esté demasiado pasado por alto.

¿Cómo despertó en ti este gusto por el mundo del ocultismo y los jardines?
Los jardines siempre me pareció un tema interesante pues es algo que tomamos por natural. Estar en una plaza y que hayan distintas estatuas de mármol, de bronce y a veces no conoces si esa escultura simboliza algo, que fue hecha por tal maestro. Hay muchos parques de Buenos Aires que fueron hechos a fines del siglo XIX, a principios del Siglo XX, y muchas esculturas encargadas a Francia, que venían del exterior y había una especie de admiración por todos los franceses. Eso fue corregido y empezó a surgir un arte nacional con identidad propia. Incluso uno se pone a pensar: ¿por qué a las esculturas se les ubicó ahí? Los jardines son una especie de mundo en miniatura, como una novela donde también es un mundo en miniatura donde alguien juega a domar el mundo ahí. Los juegos también, como el ajedrez, son como un mundo en miniatura. Siempre me interesó la relación de la imaginación con las representaciones del mundo. Y una de las representaciones es el jardín que además es el ideal del paraíso.

En Crímenes y jardines la presencia del detective Juan Troy, ¿a qué se debe, por qué este alter ego de Sigmundo Salvatrio?
Primero me gustaba avanzar hacia el futuro en la novela con respecto a la anterior. El enigma de Paris es de 1889, esta es de 1884; pero también que la memoria del personaje apareciera su pasado, hechos vinculados a su pasado, por esa idea de que el pasado no está del todo resuelto y hay que volver atrás, no es algo que se cierra por completo siempre está ahí ejerciendo su poder. Y a mí se me apareció este personaje como el tema del doble. Parece un doble rival y de Salvatrio que había que lidiar este personaje y me parecía algo oscuro de Salvatrio también.

DeSantisPost2¿Cómo surge la idea de que La Atlántida no se encuentra en el fondo del mar, sino, en el inconsciente de las personas?
Esta es una teoría propia. Me interesó siempre esta idea de La Atlántida. Mi esposa además de periodista, enseña Filosofía Antigua en la universidad. Entonces me pasó muchos libros sobre La Atlántida. A partir de ahí, leí con placer libros en francés, en italiano. Me interesó mucho el tema de la Atlántida y se me ocurrió que todo estaba en la imaginación. El mito ha sobrevivido a pesar de que nunca se encontró nada. Hay una novela muy linda de Pierre Benoit, un escritor francés, que encuentra La Atlántida en el desierto del Sahara. Es una novela muy visionaria muy interesante.

Dices que el narrador no puede ser el más inteligente de la historia, ¿por qué?
Esto es algo que surgió al estudiar el género policial, el narrador de Allan Poe no era Dupin, el detective, sino, un amigo que de alguna manera lo asiste, lo ayuda a lidiar con cuestiones de la vida práctica. Sherlock Holmes, tiene a su Señor Watson, que también se ocupa de los temas prácticos y cuenta la historia. Es una lección que el género policial da a toda la literatura, que el que cuenta la historia no puede ser el más inteligente, sino, conviene que sea un compañero semejante al lector con sus dudas, sus vacilaciones, también su sentido común. Y el personaje en Crímenes y Jardines es un detective y también hay un narrador, por eso Salvatrio tiene cierta habilidad para resolver crímenes pero no es el más inteligente.

¿Por qué consideras que en una novela importa más el ambiente que la historia en sí?
Me parece que la novela expresa el gusto por contar una historia, porque una novela no es una historia, son varias historias que se entrecruzan y tiene que ser para el lector una especie de lugar de habitar durante los días, las horas que dure la lectura. No tiene que ser un mundo seductor, no basta con que la historia sea interesante, el mundo que transcurre en la novela tiene que ser interesante para que el lector le preste su credibilidad, su aprensión, durante horas o los días que demore la lectura.

Una búsqueda personal de crear este ambiente…
Sí, para mí tiene que tener algo de atractivo. Tiene que gustarme. Uno está mucho tiempo con la novela. Entonces, realmente tiene que ser atractivo para uno, porque son meses, a veces años, escribiendo y corrigiendo, entonces tiene que tener esta especie de escuela y la literatura es una especie de juego, un juego serio, como cuando juegan los chicos o niñas pequeñas que juegan con toda seriedad. Tienen el universo representado en un mundo pequeño.

Escribiste Crímenes y jardínes inmediatamente después de acabar El enigma de París, ¿volveremos a ver al detective Salvatrio en una próxima novela?
Una más seguro porque tengo casi toda escrita. Mi proyecto inicial es escribir cuatro novelas, tres probablemente. Pero sí. Está asegurada la presencia de Salvatrio en una próxima entrega.

¿Cuánto le debe tu escritura a Jorge Luis Borges?
Borge siempre estuvo muy presente en mis libros. Por eso de la imaginación en el centro de la literatura, que es algo que me pareció muy interesante. Ese tema con la precisión en la lengua. Una poética de la precisión, de la forma, del cuidado de la forma lo que hace que sea muy interesante. También tener un escritor internacional en una literatura nacional. Haber sido un escritor con un peso particular. Para generaciones anteriores, Borges era muy conflictivo, tenía una presencia mucho más difícil frente a la literatura. Todos tenemos la suerte de que no escribió novelas.

¿Por qué crees que se ataca tanto Agatha Christie a quien consideramos un gran escritor.
Es una de esas escritoras que tiende a la felicidad del escritor. Tiene cierto muchos defectos pero, hay algo por lo cual, generación tras generación la gente sigue siendo lector de Agatha Christie. Uno ve los jóvenes ahora que cogen un libro y lo leen. Tiene algo en el diálogo en la filosofía de los personajes, una gran inventiva para las tramas que hace que sea muy atractiva.

Esta segunda parte, nuevamente detectivesca y enigmática, ¿habla de un autor que encontró su terreno literario?
Sí me gusta este mundo de los policiales y tal vez es el proyecto más largo y complejo que hice. Pero también me gusta escribir otras cosas. Mi novela anterior, Los Anticuarios, fue de literatura fantástica, sin nada policía, una historia de amor pero con el tema del vampirismo apenas esbozado por el presente. Así que me gusta el policial pero siempre desligado de la literatura realista.
LOS CINCO LIBROS RECOMENDADOS POR PABLO DE SANTIS

1. El desierto de los tártaros, Dino Buzzati.

2. La guerra del fin del mundo, Mario Vargas Llosa.

3. Madre de noche, Kurt Vonnegut.

4. Solaris, Stanislaw Lem.

5. La casa del lago de la luna, Francesca Duranti.

 

 



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