La joven china que leía a Vallejo

A propósito del Premio Nobel de Literatura a Mo Yan… ¿qué lazos literarios unen a China con América Latina? Michael A. Zárate, periodista peruano de la revista China Hoy, nos presenta desde Beijing a una joven estudiosa de la obra de nuestro gran poeta César Vallejo.


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Texto y fotos: Michael A. Zárate*

Si hay un lugar en Beijing que reúne café, charla y literatura es el Bookworm, un lugar atiborrado de libros (casi todos en inglés) en el cosmopolita barrio de Sanlitun. La joven Yu Shiyang me acepta un capuchino. Ella ha cumplido 28 años, ya es doctora en Poesía Hispánica y acaba de comenzar a dictar clases en la Universidad de Beijing. En abril de este año, Amanda (su nombre en español) viajó a Perú para conocer Santiago de Chuco, el distante pueblo natal de uno de los máximos exponentes de la poesía latinoamericana: César Vallejo.

«Al estar en la casa de Vallejo tuve una sensación extraña. A mi lado estaba la tierra que él había pisado y el árbol que él había descrito en el poema Idilio muerto, cuyo verso, dedicado a su amada, dice: Qué estará haciendo a esta hora mi andina y dulce Rita de junco y capulí. También le tomé fotos a la cocina, que para él era el símbolo de su madre«, expresa Yu.

Lo cierto es que mientras Yu Shiyang cursaba la maestría en Beijing, su profesor Fan Ye -hoy célebre en China por haber realizado la primera traducción oficial de Cien años de soledad- le presentó la poesía del «Cholo» Vallejo. Fascinada por lo inextricable de sus palabras, Yu se sorprendió aquella vez con estos versos: «Confianza en el anteojo, no en el ojo / en la escalera, nunca en el peldaño / en el ala, no en el ave / y en ti solo, en ti solo, en ti solo». A partir de ese momento, su vida intelectual quedó ligada a la obra del autor de Los Heraldos Negros.

Si bien Vallejo no goza en China de la fama de Pablo Neruda u Octavio Paz, Yu Shiyang prefirió estudiarlo en profundidad porque le pareció alguien más humilde y más humano. «Veo en Vallejo a un hermano mayor que me confiesa sus miedos y sus inseguridades«, señala mientras sostiene en sus manos la preciada primera edición de Poesías completas de Vallejo 1918-1938, que data de 1949 y que adquirió por Internet. 

Yu indica que una de las primeras obras de Vallejo en ser traducida al chino fue El Tungsteno, en 1961, tiempos en que China vivía el primer apogeo de la literatura hispanoamericana. A fines de este 2012, el reconocido profesor Zhao Zhenjiang -quien ha traducido al chino a Neruda, Paz, Federico García Lorca y Gabriela Mistral- espera presentar una nueva antología de poemas del «Cholo» peruano. 



LA COMUNIÓN DE LAS LETRAS

La historia de Yu Shiyang es solo una muestra de cómo el idioma español ha ido ganando espacio en China, teniendo en cuenta que El Quijote llegó a este país recién en 1922, bajo el sugerente título de La historia de un caballero loco, y cuya primera traducción adolecía de muchos errores. El profesor Zhao Zhenjiang, por su parte, recuerda que grandes obras peruanas han sido traducidas al chino, como Comentarios reales de los Incas, de Garcilaso de la Vega; Tradiciones peruanas,de Ricardo Palma; El mundo es ancho y ajeno, de Ciro Alegría, entre otras. Un caso especial es el de Mario Vargas Llosa (a quien en China se le conoce por su apellido materno), pues casi todos sus libros están traducidos al chino

postvallejoChinitallee.jpgJoven china con el libro La hora azul del peruano Alonso Cueto.
Para Zheng Shujiu, quien es hoy presidente de la Asociación China de Estudios de la Literatura Española, Portuguesa e Hispanoamericana, la literatura china se ha visto muy influenciada -sobre todo en los últimos 30 años- por el llamado «boom latinoamericano», representado por escritores de la talla de Vargas Llosa y Gabriel García Márquez (a quien también se le conoce por su apellido materno).

Zheng señala que el escritor chino Mo Yan, quien acaba de obtener el Premio Nobel de Literatura, ha reconocido la influencia que en su obra ha tenido el «realismo mágico» de García Márquez, en especial en su novela El rábano transparente, de 1984. «Otros escritores han sido influenciados por la estructura narrativa que sigue empleando Vargas Llosa», afirma Zheng Shujiu, quien en 1997 publicó Antología de la literatura hispanoamericana, el único manual con el que cuentan hoy los estudiantes chinos de esta especialidad.

La literatura hispanoamericana tuvo dos auges en China. El primero ocurrió a inicios de la década de 1960, debido esencialmente a la Revolución Cubana, que entusiasmó a la China de Mao Zedong. Fue tanta la influencia del triunfo castrista que, por ejemplo, la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing -la primera en ofrecer la carrera de español en China- registró en 1960 su mayor número de matrículas en esta especialidad: 150 estudiantes.

Sin embargo, el auge más importante se dio a inicios de la década de 1980, con la llegada a China del «realismo mágico» latinoamericano, que tan profunda huella dejó en la literatura contemporánea de este país. Las obras de Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez, Jorge Luis Borges, Carlos Fuentes, Julio Cortázar, Alfredo Bryce, José Donoso, Ernesto Sábato, entre otros, fueron traducidas debido a la gran demanda que hubo en esos años.



EL HOMBRE QUE VIVIÓ EL «BOOM»

Dedicado desde hace más de 30 años a la traducción y publicación en China de la literatura hispanoamericana y española, Hu Zhencai, de 62 a
ños, recuerda con suma nostalgia aquellos años 80, cuando la reforma y apertura económica de China desató una gran demanda por la literatura foránea. «Un libro extranjero podía alcanzar un tiraje de 100.000 ejemplares. En cambio, llegar hoy a 10.000 es ya todo un éxito», acota Hu, hoy jubilado de la prestigiosa Casa Editorial de la Literatura Popular China.

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Hu, quien en 1997 obtuvo el Premio Nacional de Libros por la traducción de los ocho tomos de Las obras completas de Miguel de Cervantes, sostiene que las literaturas china e hispanoamericana han experimentado una mutua influencia. «Obras clásicas chinas, como Analectas de Confucio, El libro de los cantos o Trescientos versos de la dinastía Tang, y obras modernas, como las de Lu Xun y Lin Yutang, han influido mucho en escritores latinoamericanos. A Octavio Paz, por ejemplo, le gustaban mucho los versos de Li Po«, manifiesta.

Hu Zhencai ve, por otra parte, la influencia del «realismo mágico» en la obra La llanura del ciervo blanco de Chen Zhongshi. «Aunque su contenido no es realismo mágico, su comienzo sí es muy parecido a Cien años de soledad, pues dice: ‘Años después, a Bai Jiaxuan le daba mucho orgullo recordar sus siete matrimonios‘», añade Hu.

Todos estos factores han contribuido a que el español cobre un nuevo impulso en China. «Antes el español era llamado xiao yu zhong (una lengua menor), pero se trata de una gran lengua. En estos últimos diez años, los chinos hemos empezado a conocerla y a reconocerla como la tercera lengua del mundo», señala la joven Yu Shiyang, quien el año pasado pudo acompañar al Premio Nobel Mario Vargas Llosa en su visita al sector de Mutianyu de la Gran Muralla China.

Según Hu Zhencai, entre los escritores hispanoamericanos que gozan hoy de buena acogida en China figuran el argentino Guillermo Martínez, el chileno Luis Sepúlveda y, especialmente, el también chileno Roberto Bolaño, con sus obras Los detectives salvajes y 2666. Mención aparte es el caso del peruano Alonso Cueto, cuya obra La hora azul fue publicada por la Casa Editorial de la Literatura Popular China como «la mejor novela extranjera del año 2005». 

Zheng Shujiu asegura que no menos de 20 casas editoriales en China tienen hoy un gran interés en publicar obras hispanoamericanas. ¿Qué hace falta, entonces? «Mediación. Falta alguien que junte a los escritores con las editoriales chinas», dice Zheng. 

Si bien la relación comercial entre China y América Latina es hoy la protagonista de esta «novela», solo el tiempo dirá si la literatura hispanoamericana volverá a experimentar un auge en el país más poblado del mundo. Ojalá el final de esta novela esté muy lejos.
*Michael A. Zárate. Periodista peruano de la revista China Hoy, en Beijing.


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