Dany Salvatierra: «¿Por qué debemos escribir siempre de los mismos temas?»

Acaba de publicar una novela titulada El síndrome de Berlín (Estruendomudo), cuyo ritmo y escenas podrían perfectamente convertirla en un guion de una película hollywoodense. Sin embargo, los hechos ocurren en Lima y en ella su autor hace una exploración en el lado oscuro del ser humano, y sobre el que poco se escribe en nuestra literatura contemporánea.

[youtube http://www.youtube.com/watch?v=mR3hjKP5B7c]


Este libro llama la atención desde la carátula. Bajo un fondo rosa encendido vemos un avión, al Cerro San Cristóbal, y una rubia -no al pomo- con un revólver en la mano. Todos estos elementos podrían darnos una idea del texto que tenemos al frente, sin embargo, El síndrome de Berlín (Estruendomudo, 2012) realiza una exploración en las rarezas y perversidades de las personas. Es una novela de un ritmo trepidante y dividida en escenas cual guion cinematográfico. La protagonista es Berlín Newman, una estadounidense que ha estado viviendo de incógnita en el Perú y se convierte en una celebridad a raíz de los sucesos que ocurren en la novela y porque es portadora de una enfermedad que lleva su nombre. Conversamos con Dany Salvatierra (Lima, 1980), el creador de este universo freak.


Esta denominación de tu novela como una suerte de Cien años de soledad filmada por Pedro Almodóvar, ¿te hace un favor o simplifica demasiado el sentido de tu libro?
Simplifica bastante, sí. Cada vez que me preguntan de qué trata es difícil definirlo porque es una historia poco convencional y tiene demasiados marcos de historias. Es más que nada una historia generacional que se lleva a cabo durante muchas décadas y como bien lo definieron tengo mucha influencia de García Márquez y de las películas de Almodóvar y de John Waters, que es esta percepción disparatada de la realidad, así como el humor negro que he explotado en esta novela.

¿Y qué tanto reconoces de Cien años de soledad en El síndrome de Berlín?
Quizás en el estilo del lenguaje y en las intrincadas relaciones de familia. Es una historia generacional, todos estos lazos familiares al final se entrecruzan.

La pregunta clásica y recurrente en estos casos es ¿cómo se te ocurrió la novela, cuál fue el gatillo disparador de esta intrincada historia?
Esta novela surge como un guion cinematográfico. Para graduarme necesitaba presentar un guion, y a partir de allí surgió esta novela que empecé a escribir desde 2006. La base del libro fue esa historia alocada que ocurre en el desierto de Sechura, en Piura, y empecé a escribir varias historias paralelamente a ese núcleo narrativo.

Y ahora que menciones el cine, esta novela tiene un ritmo muy ágil y una secuencia de escenas bastante vertiginosa
Sí, por el mismo hecho de haber sido formado con muchos cursos de cinematografía, antes de escribir me planteo imágenes, mucho encuadre, planos y contraplanos. El síndrome de Berlín es casi un guion novelizado.

La trama de la novela es apocalíptica, pues se habla de una enfermedad (el Síndrome de Berlín) que tiene por objetivo desaparecer a Lima
Sí. Ese aspecto narrativo fue muy influenciado por la ciencia ficción. Solo la ciudad de Lima está condenada a desaparecer (sonríe), y esta es una percepción bastante apocalíptica y también está influenciado por toda esta confluencia de opiniones sobre el fin del mundo, a partir del 2012. En  todos los años que me tomó escribirla había pensado que este iba a ser el año perfecto para publicarla.

Además del enfoque apocalíptico, encontramos aspectos oscuros aunque, cabe hacer la salvedad, que no están tratados grotescamente: lo del incesto, la masturbación, entre otros…
Este universo de situaciones alocadas y poco convencionales son el espíritu mismo de la novela. Más allá de la línea narrativa que uno sigue cuando la lee, son estos personajes y sus delirios particulares los que contribuyen al espíritu, a las cosas que escribo también porque es acerca de lo que me interesa escribir.

Este tipo de novelas son poco convencionales en nuestra literatura…
Existe una definición literaria que a este tipo de literatura se le llama ficción transgresora. No necesariamente por el simple hecho de influenciar o transgredir límites, sino porque es un tipo de literatura que abarca temas pocos convencionales. Es decir, prácticas sexuales poco exploradas o violencia extrema, y con descripciones al mínimo. De todo el aspecto oscuro del ser humano quizás, pero desde una perspectiva frívola y lúdica. ¿Por qué representarlo de esta forma y por qué no hacerlo más interesante para el lector?

Y que rompe con la tendencia de muchas novelas peruanas contemporáneas, es decir, hablar sobre la violencia interna que vivió el país…
 Por lo menos en nuestro medio nadie se ha aventurado a hacer algo fuera de lo común. Nadie ha escrito de las cosas que siempre ocurren pero que nos da vergüenza mencionar. La mayoría sigue abordando cosas muy locales, como las influencias urbanas de la violencia, la delincuencia, el terrorismo, pero nadie se ha aventurado a hacer nada lejos del esquema delincuencia-terrorismo. ¿Pero por qué no hablar de la familia, de todo lo que sucede en este campo tan fascinante que es el seno familiar? Las relaciones que se pueden dar entre padres, hijos, hermanos, tíos, nietos, sobrinos; y sobre todo en la cultura latinoamericana tan enraizada en la familia, ¿por qué no escribir acerca de eso? ¿Por qué escribir siempre de lo mismo?



DE CORÍN TELLADO, ALMODÓVAR Y LAS TELENOVELAS

portadaelsindrome.jpg

Aunque estudió cine en la Universidad de Lima, Dany Salvatierra trabajó en dirección de arte y diseño editorial. En su biografía -no sabemos si exagerada o no- dice que al poco tiempo de aprender a hablar se memorizaba y recitaba diálogos de telenovelas argentinas, mexicanas y brasileñas. Y luego de esto leyó a la madre y creadora de todos los culebrones: Corín Tellado. 

¿Cómo es eso de que aprendiste a leer por tu cuenta a los cinco años y que luego, a los diez, empezaste a leer los ‘libros prohibidos’ de la biblioteca de tus padres?
Mis padres, desde siempre, han sido bastante aficionados a la lectura. Mi madre me enseñaba el abecedario y aprendí a leer antes de que manden al jardín de niños. Aprendí a leer solo, y algunos aÃ
±os después al ver la biblioteca de mis padres y decirle a mi mamá, ella me decía que no podía leer esos libros que no eran propios para mi edad. Lo que hacía de noche era inmiscuirme en esa parte prohibida y agarrar los libros.

¿Y cuáles eran esos libros prohibidos?
El primer libro que leí, aunque en realidad vi las láminas, era un libro muy famoso que creo que la mayoría de base tres o cuatro debe haber recordado que estaba en su casa por siempre que se llamaba El libro de la vida sexual, que era una especie de tratado de educación familiar/sexual. Después empecé a leer las novelas que leía mi madre que era Danielle Steel, Barbara Cartland y también El valle de las muñecas. Por ejemplo, mi mamá compraba Vanidades, en la última parte siempre había una mininovela de Corín Tellado que tenías unas cinco páginas y las leía todas. Y por el mismo hecho de haber sido criado por mi madre y mi abuela, las telenovelas estaban todo el día, todo el día estaba prendido el televisor con telenovelas. Me interesaba más ver telenovelas porque era más interesante que ver a unos robots que sabías que no existían. Entonces, todo este mar de lágrimas y de relaciones interfamiliares como que me parecían muy alucinantes.

Estudiaste Comunicaciones, te especialiste en cine. ¿En qué momento decidiste ser escritor?
Yo tuve una especie de crisis, a la mitad de los 20, justo cuando terminé de estudiar. Justo en ese momento empecé a escribir un blog personal y lo firmaba con seudónimo. Cuando este aspecto de los blogs no era muy explorado y los blogs peruanos no llegaban a una docena. Empecé a escribir cada post como una novela serializada, basada en en todos los días de mi vida. Era en realidad una autobiografía exagerada. En este ejercicio de escribir tuvo bastante reacción del público. Yo pensaba que nadie me leía, ni siquiera era algo que le podía enseñar a mis familiares. Y la gente me decía ‘pero deberías dedicarte a esto’.

De ahí empezaste a hacer ficción…
Ficción sobre todo, porque desde el principio, mi vida me parecía no tan interesante como para que la gente la lea. Inclusive, empezaba a inventar personajes que no existían y la historia se me fue de las manos y al final todo era ficción, y la gente igual lo seguía leyendo. Desde allí nace mi interés por la ficción, porque la realidad a mí me parece aburrida. Y lo vuelvo a decir (risas) Así que nunca escribiría algo así, supongo…

¿Por qué dices que Almodóvar es una influencia?
Porque Almodóvar es muy telenovelesco. Sus grandes dramas están basados en historias de mujeres, así como en el Hollywood clásico, en la comedia clásica. Son películas muy teatrales también. El melodrama es algo muy kitsch dentro de la literatura. Su universo gráfico y cromático es como que muy chirriante, muy colorido. Desde siempre, desde niño me interesó Mujeres al borde de un ataque de nervios, que es mi película favorita de toda la vida, la vi cuando tenía ocho o nueve años, cuando recién salió. Fue por eso que dije «yo quiero hacer este tipo de películas, quiero ser director de cine», y por eso estudié cine. Después, ya cuando egresé, descubrí las películas de Almodóvar que más me interesaban que fueron las tres primeras, que tienen todo este espíritu más underground. Por lo menos Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, que es la primera película de Almodóvar.

¿Y cuáles son tus referentes en cuanto escritores?
García Márquez es mi influencia más directa en cuanto a escritores latinoamericanos, y también Isabel Allende, que es como decir la versión kitsch y sensacionalista del mismo García Márquez. Y del resto, es literatura norteamericana que he devorado estos cinco últimos años empezando por Chuck Palahniuk, que es el autor de El Club de la Pelea, y cuyo resto de libros son muy, muy fascinantes, que han sido traducidos pero no muy comentados. Bret Easton Ellis, A.M. Homes, Augusten Burroughs quien fue el que escribió Running with scissors.

Esta primera novela que acabas de publicar decías que en cierta forma ha reafirmado tu vocación de escritor. ¿Qué escritor aspiras a ser?
Ahora justo la gente que lee lo que he publicado me comenta que debería estar un poco más orientado a las masas, y de hecho la literatura que yo produzco es muy masiva también. Lamentablemente, el camino hacia las masas no es a través del medio de publicación local, porque aquí te tachan de fenómeno y si no escribes acerca de terrorismo, violencia y realidad nacional nadie te lee y nadie se interesa por lo que escribes. Y por eso mismo es por lo que estoy escribiendo una novela en inglés, es porque estoy pensando en otros mercados porque acá es difícil hablar de algo nuevo o que una casa editorial grande publique lo que escribes, piensan que no se va a vender, que no es muy ‘educado’ firmar a un autor que se dedica a hablar de todos estos extremismos y toda esta perversidad. Creo que es por eso que pienso expandirme y estoy pensando seriamente en reubicarme en alguna parte del mundo en los años venideros y seguir escribiendo, pues si es inglés que sea en inglés, si es en español, pues bienvenido sea.



CINCO LIBROS RECOMENDADOS POR DANY SALVATIERRA

1. El Valle de las Muñecas, de Jacqueline Susann.
2. Lunar Park, de Bret Easton Ellis.
3. El Fin, de Alice de A.M. Homes.
4. Diario, de Chuck Palahniuk.
5. Las teorías salvajes, de Pola Oloixarac.


No hay comentarios

Añadir más