Juana Pinzás: «La lectura requiere esfuerzo y alta concentración»

El Fondo Editorial de la Universidad Católica acaba de publicar el libro Leer pensando, en el que la psicóloga Juana Pinzás ofrece los últimos avances sobre la comprensión de lectura, su aprendizaje y enseñanza. En este post la autora nos da más alcances sobre este tema tan importante, pero al que se le da poca cobertura.

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En la última prueba del Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA), el Perú ocupó el puesto 62 -de 65 países- en comprensión lectora. Aunque suene a premio consuelo, en la prueba anterior nuestro país quedó último. ¿Qué está fallando? ¿Qué podemos hacer para mejorar? La psicóloga educacional Juana Pinzás hace un diagnóstico y propone una guía a los maestros y padres de familia para que ayuden a los estudiantes a leer mejor. En esta entrevista la autora nos da un panorama sobre este problema que a nosotros, como blog cuyo nombre es Lee por gusto, nos interesa mucho. 


¿Nuestros alumnos están realmente aprendiendo a leer en las aulas? 
Tal como se ha encontrado en las evaluaciones de PISA, en las que hace el Ministerio de Educación, lo que sucede es que no solo los alumnos no saben comprender sino que muchas veces no saben decodificar. Y sí, esto es un problema nacional.

Que tiene ya mucho tiempo ¿no?
Mira, han habido muchos esfuerzos, procesos largos de capacitación, desde antes de 1990 vengo escuchando mucho sobre estas cosas y los resultados son magros. Ahora hay esfuerzos, se están logrando cosas, comparado a lo que estábamos antes ha habido una mejoría, pero esta no ha llegado al punto de que digamos que los alumnos están leyendo al nivel esperado. Entonces, sí, para contestar en blanco y negro tu pregunta te diría que los alumnos no están aprendiendo a leer y escribir de la manera que se espera que puedan hacerlo.

¿Qué sucede en la escuela? ¿Los profesores no están enseñando correctamente para que sus estudiantes puedan interpretar lo que leen?
Bueno, con los profesores pasan varias cosas. En primer lugar, yo digo que los admiro, porque ser docente en las condiciones en que se encuentran los colegios nacionales es, a veces, una tarea heroica. Porque trabajan con alumnos que vienen con múltiples necesidades que no son solo de índole académica. Los profesores por muy motivados que estén tienen limitaciones. El profesor, a veces, no sabe leer bien, su nivel de comprensión de lectura no es del nivel esperado. Es difícil enseñar lo que uno mismo no sabe ni practica.

Es un círculo vicioso, pues si incluso el maestro no entiende lo que enseña ¿qué resultados se puede esperar de sus alumnos?
A largo plazo podría ser un círculo vicioso, pero más que eso es una suerte de escalera trunca, donde tienes un par de peldaños y el resto de la escalera es plana que no te lleva a ningún sitio. Porque después de cierto nivel de lectura los chicos no avanzan más. Tengo la impresión que los resultados de las capacitaciones que se han hecho a los profesores han tenido buenos resultados en la comprensión que tienen los docentes sobre el proceso de la lectura. El problema está en la implementación. Los docentes saben algunas buenas estrategias, pero muy pocas. Ahí me parece que estamos un poco atracados. Porque el método constructivista ha tenido resultados negativos en el corto plazo porque los alumnos no aprenden lo que deben aprender de la lectura. Tienes que tener alumnos que vengan con una gama de conocimientos previos, así como padres que sean lectores y leen mucho a sus hijos, así como contar con un colegio con bibliotecas y materiales. 

¿Cómo se puede hacer para enseñarle a leer mejor a los estudiantes?
No hay una fórmula que te diga así tienes que hacerlo. Hay un marco conceptual que describe bastante bien cuál es el proceso de leer y las etapas del desarrollo lector de un alumno a lo largo de su escolaridad, te explica cuáles son los procesos mentales o cognitivos que ayudan al alumno a leer comprendiendo. Entonces la pregunta «¿cómo hacer?» llevado al lenguaje docente es qué estrategias pedagógicas puede usar un docente para enseñar a leer. Y la respuesta varía respecto a la edad del alumno, si está en inicial, en primaria y en secundaria. Así como el grado de experiencia lectora que tenga un alumno. Las estrategias son diversas y dependen de ciertas variables, de qué materiales tienes y también de la creatividad del docente. 

Usted en su libro menciona que en la escuela se debe formar a lectores que interpreten por sí mismos lo que leen. De inmediato esto lo relacioné a la experiencia en la educación pública en la que se nos enseñaba que había una respuesta única
Bueno esa respuesta memorista, teóricamente al menos ha pasado. Pero como le han dicho al docente «eso no lo hagas», no lo hace, pero no sabe qué otra cosa hacer. El gran problema ahora es que los chicos no solo no comprenden sino que no tienen la capacidad de retener información relevante del texto. Una cosa es que memorices el texto y otra que recuerdes elementos fundamentales de la trama del texto sino ¿con qué piensas?

Y eso tiene que ver con la motivación de los profesores
Un profesor que motiva al alumno no solo es el que le pone ganas y tiene buenas intenciones sino el que hace que el alumno descubra. El profesor motivador es el que tiene que saber hacer una variedad de cosas para que los alumnos se conecten con la lectura. Parte de ello es que comenten de lo que leen, hablen de sus escritores favoritos, que lean poesía, que entiendan que la lectura es parte importante de su vida. 

¿Cómo se puede ‘convertir’ a los jóvenes en buenos lectores?
Es una pregunta bastante compleja, porque no solo dices «convertir» sino también «buenos» y «lectores», que hacen que esta pregunta sea un poco fantasiosa. No creo que las personas puedan convertirse en buenos lectores. Hay momentos clave en que el cerebro desarrolla las áreas que están involucradas con el lenguaje y el lenguaje escrito. Yo creo que es tarea de todos difundir ciertas cosas. Creo que uno absorbe el gusto por la lectura desde casa y lo ideal sería que tuviéramos bibliotecas municipales, campañas de lectura y que algunos de nuestros grandes escritores escriban cuentos cortos de bajo nivel dificultad pero de alto interés para un joven. La lectura requiere esfuerzo y alta concentración.



LA LECTURA EN TIEMPOS DE INTERNET

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Juana Pinzás García es profesora principal de la Universidad Católica, donde estudió y especializó en psicología social. En 1993 sustentó una tesis doctoral sobre comprensión lectora, en la Universidad de Nijmegen (Holanda). Actualmente dicta charlas y talleres sobre comprensión lectora a maestros de colegios públicos y privados. No es una lectora compulsiva, pero procura darse tiempo para dentro de tantas lecturas académicas, leer alguna novela. Tiene un iPad y dice que quiere acostumbrarse más a leer en él aunque el papel le resulte más cómodo. 


¿Ha ido cambiando nuestra manera de leer con las nuevas tecnologías? 
Hay algo que a todo el mundo le encanta y es como un mito, que es de la capacidad de hacer varias tareas al mismo tiempo, el llamado multitasking. Ver la computadora, estar a la vez chateando…es decir, dividir tu atención. Esto es tremendamente perjudicial desde el punto de vista de la lectura, porque en la lectura te concentras en una cosa y te concentras en una multitud de procesos mentales que se genera a partir de  prestar atención sostenida en uno solo conjunto de estímulos.

Que es precisamente lo que ocurre con Internet en donde estamos revisando y saltando de una página a otra, de una ventana a otra. ¿Qué tanto esto influye en el proceso de la lectura?
Sí, claro. Influye en la manera cómo procesas la realidad, lo que me preocupa es que los alumnos vayan perdiendo la capacidad de concentrarse en una sola tarea, y de repente por eso no les gusta la lectura, porque la lectura es esfuerzo mental. Y cuando ves películas, series, ves un video, abres una ventana para chatear, estás dejando de hacer muchas de las cosas que la lectura te demanda. Entonces son procesos que llegan a estar en un estado durmiente, que no se activan, y cuando tienes que activarlos te da pereza.


¿Qué tanto ha influido Internet en nuestra manera de leer?
Hay muchas maneras de leer por Internet, pero no creo que una persona que tiene problemas de comprensión pueda investigar por Internet.

¿Usted lee libros por Internet o en tablets? 
Sí.

¿Y cómo ha sido su experiencia?
Es un poco incómodo a diferencia de un libro tradicional. La sensación es otra, pero uno tiene que acostumbrarse. Uno está acostumbrado a pasar la hoja, y a las sensaciones táctiles y olfativas; cuando uno lee un libro de papel es distinto a la lectura en una tablet donde todo es más plano. Pero hay que acostumbrarse, y yo sí quiero acostumbrarme a leer en la tablet porque quiero llevar allí textos a los que puedo tener acceso por un costo bajísimo.

Los niños leen más en pantalla, ¿cómo hacemos para que consuman mejor lo que leen a través de este soporte?
Tienen que tener un modelo porque el niño que no está entendiendo bien lo que lee por Internet no es un buen lector, allí lo que necesita es a una persona que conozca más de este recurso para que pueda enseñarle cómo solucionar los problemas que se le presentan a leer en Internet.

¿Qué le parece el Plan Lector?
Una buena idea.

¿Se están viendo ya los resultados?
Estoy segura de que se van a ver los resultados, me parece una excelente idea depende cómo lo implemente cada colegio.

¿Funciona el que se imponga a los estudiantes a leer un libro al mes?
Depende. Si le mandas a leer a un alumno que no entiende lo que lee va terminar de leer el libro a su manera y no va a entender nada. Lo que sería mejor en ese caso es que el profesor lea con ellos la primera parte del libro y los motive a continuar.

¿Un adulto que no ha leído casi nada de niño puede convertirse en un buen lector?
Sí.

Y de qué depende
De que encuentre el texto indicado en el momento indicado de su vida y las razones, que descubra que los textos le brindan la capacidad de goce de una pasión que él descubra.


CINCO LIBROS RECOMENDADOS POR JUANA PINZÁS

1. Mujercitas, de Louisa May Alcott. 
2. Travesuras de la niña mala, de Mario Vargas Llosa.
3. «Recomendaría mi libro», dice. Es decir. Leer pensando.
4. Cien años de soledad, Gabriel García Márquez.
5. Los mandarines, de Simone de Beauvoir. 


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