Este editor español vino a Lima para dictar una charla a editores y libreros peruanos acerca de su experiencia sobre el libro digital. Cree en una «convivencia pacífica» entre el libro de papel y digital e insta a sus colegas a lanzarse a la piscina y encarar una realidad con la que tendrán que convivir a la fuerza.
Es director general de Ediciones Urano, editorial española conocida por haber publicado exitosos libros como ¿Quién se ha llevado mi queso?, y por haber tenido el olfato comercial de haber traducido a Dan Brown, autor de El código Da Vinci, antes que otras grandes editoriales españolas. Estuvo de paso por Lima para dictar una charla a libreros y editores peruanos. Joaquín Sabaté comanda Digital Books, una división de su editorial dedicada a explorar e investigar sobre el libro digital y que ofrece sus publicaciones a través del portal Amabook.com. Dice que no ha venido a «evangelizar» sino a compartir con sus pares sus experiencias sobre el libro digital. En esta entrevista nos habla sobre el presente y el futuro del libro electrónico.
¿Los editores y libreros ya no ven tan lejano como antes el futuro del libro y ya están empezando a tomar más en serio la publicación en digital?
Creo que esta es ya una realidad con la que los libreros y editores tienen que convivir a la fuerza. No se trata de algo que sea excluyente. Lo que sí es cierto es que todo proceso de entrar en el mundo digital requiere una reconversión de determinados procesos. El editor tiene que replantearse muchos aspectos sobre todo uno muy importante: el formato. La gente sigue leyendo pero lo que cambia es el formato, y no es que ellos cambien de un formato a otro. Las nuevas generaciones, por ejemplo, a duras penas cogen un libro, son más tecnológicos. Lo que sí creo es que el entorno digital va permitir llegar, mediante la tecnología, a aquellos lectores que demandan una lectura en formatos que les sean más cercanos.
¿Y cuánto ha cambiado la tecnología las formas de leer? Cada vez más gente tiene a la mano un iPad o e-book
Lo que se está imponiendo ahora es la lectura en la nube, la lectura en streaming, es decir, poder leer en tiempo real. Pero también comprar en tiempo real, compartir en tiempo real, comentar en tiempo real. Lo que está habiendo es un cambio de paradigma que viene por evolución de la tecnología y viene también porque los mismos lectores están demandando una forma de leer completamente diferente a la que en principio se planteó que debía ser la lectura digital. Es un mundo en constante evolución, depende en gran medida de un esfuerzo del editor porque tiene que pensar en otro consumidor potencial que va a demandar una tipología de producto que quizás que no necesariamente va a ser la adaptación del contenido en papel al digital sino que puede ir acompañado de muchas más cosas: contenidos multimedia, música o videos en YouTube propuestos por el autor, el abanico es gigantesco. Todo esto va a una velocidad de vértigo.
Aunque los apocalípticos creen estas formas de lectura no son las mismas, es decir el poder hojear el libro, tocarlo, olerlo o poder tener el autógrafo de su autor…
Los libros digitales te permiten subrayar, hacer anotaciones y compartirlas con amigos y grupos en Facebook y Twitter. Yo creo en una convivencia pacífica, creo que el formato papel y digital hoy por hoy son complementarios. Uno puede tener un libro maravilloso, que sea un fetiche que puedas tenerlo en un estante, lo mires y te regocijes, y ¿por qué no tener ese contenido también en un dispositivo digital para consultarlo de manera inmediata?
Y cómo explicas esto de la convivencia pacífica
Es un cambio de paradigma, de modelo, pero creo que el libro de papel y digital son absolutamente complementarios. Los apocalípticos dirán que es el fin del papel, yo creo que es más bien una oportunidad para libreros, editores y lectores. Un buen lector va a saber sacarle provecho al contenido digital de un libro, y también podrá releerlo de manera distinta, pues este lector podría encontrarse con un libro en el que el autor le explique por qué lo escribió, o dónde se inspiró para escribirlo.
¿Quieres decir una lectura más interactiva?
Más interactiva y más personal e intimista porque realmente te vas a encontrar con el autor que se está dirigiendo a ti como lector. Vas a poder visualizar las experiencias compartidas de otra gente que han leído ese libro y quieran hacerlas públicas. Hoy en día los lectores se sienten mucho más identificados con la recomendación del boca a oreja. Si tengo amigos afines, la recomendación sobre la lectura de un libro será tan importante o más que la de un profesional. Eso te da opciones de poder encajar mucho mejor y asegura de que los libros que vas a leer son los más apropiados de acuerdo a tus preferencias.
La editorial Urano tiene una división de libros digitales llamada Digital Books, que tú diriges. ¿Cuál es tu experiencia en este nuevo formato?
Nosotros llevamos años trabajando, años sufriendo, equivocándonos mucho en nuestro enfoque, retrocediendo y cambiando la orientación a nuestro proyecto digital. Esto responde a una estrategia que hemos definido y eso es algo que realmente es importante: lo digital para que funcione en el entorno editor, en el entorno librero, si no existe una estrategia bien definida de hacia dónde se quiere ir se va a errar y se va a perder mucho tiempo. Los editores en general somos muy cobardes, nadie se lanza realmente a una piscina para ver qué ocurre, nosotros hemos tenido la valentía de lanzarnos porque somos así, no cuadra con la generalidad de los editores.
¿Cómo te imaginas una librería del futuro?
Creo que las librerías deben ser modelos híbridos que van constantemente adaptándose. Un modelo de librería que funcione en Estados Unidos no tiene por qué funcionar en Perú o en España, las librerías tienen que adaptarse a su clientela. Cada uno de nosotros interactuamos de manera distinta con los libreros. Lo que sí creo que los libreros del futuro deben tener claro que si no son capaces de poder interactuar con sus lectores, de escucharlos más que nunca realmente lo van a tener muy complicado. Pero la librería del futuro pasa evidentemente por eso: de mejorar la relación entre el librero y el lector y establecer unos vínculos emocionales o tecnológicos que satisfagan a ambas partes.
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