San Telmo es uno de los barrios (distritos como diríamos en Lima) más turísticos de Buenos Aires.La mayoría de sus casas es de la época colonial y algunas de sus calles siguen siendo empedradas. Su encanto se encuentra en sus bares, restaurantes y también en las pequeñas librerías que hay en sus avenidas. Y por supuesto, no nos olvidemos del tango.
«Siempre he
sentido que hay algo en Buenos Aires que me gusta. Me gusta tanto que no me
gusta que le guste a otras personas. Es un amor así, celoso.». Jorge Luis
Borges.
La Feria del Libro de Buenos Aires es una buena razón para
visitar Argentina, pero es inevitable darse tiempo para recorrer y conocer esta
ciudad. Aunque no es inmensamente más grande que Lima (tiene 307, 571 km2 de superficie
versus 281,926 km2 de la capital peruana), parece enorme debido a los muchos
atractivos que ofrece. No solo tenemos al centro de Buenos Aires, cuyas
construcciones antiguas nos remiten al viejo centro de Lima -mejor conservadas
y totalmente habitables o destinadas al comercio-, sino también al tradicional
barrio de San Telmo.
San Telmo debe su nombre al sacerdote español Pedro González
Telmo, nacido en el siglo XII y que luego sería considerado patrono de los marineros.
Y es que, en sus orígenes, este barrio (distrito diríamos en Lima) fue habitado
por trabajadores portuarios. Este lugar obliga a mirarlo levantando la cabeza,
pues su arquitectura colonial nos indica que el tiempo por ella no ha pasado. También
hay edificios un poco más modernos, pero que no desentonan con el barrio.
Uno siempre se mueve en función de lo que le interesa, y en
ese sentido, San Telmo ofrece muchas opciones. ¿Es de los bohemios que quiere
tomar una cerveza al aire libre y comer carne? Pues allí encontrará tabernas (los
equivalentes a nuestro Queirolo de Pueblo Libre), bares y restaurantes en cada
paso. Hay tantos que uno cree que es una exageración. ¿Es de los turistas que
quiere exprimir su cámara de fotos? En San Telmo no hay pierde, y qué mejor que
la plaza Dorrego para hacerlo. Tiene una belleza que nos remite a Barrios
Altos, aunque -claro está- con más seguridad.
Este es un blog de libros y no podíamos obviar a las
librerías de San Telmo. Podemos decir que en este barrio hay unas cinco librerías
pequeñas (quizás haya más), de esas que ofertan libros usados y antiguos, como
el limeño encuentra en el jirón Camaná. La diferencia es que aquí son establecimientos individuales y si al cliente le provoca puede sentarse a leer. Da la impresión que hasta en eso el tiempo
se ha detenido.
San Telmo a ritmo de tango y de comparsa. Los sábados y
domingos los jóvenes y adultos colman la plaza Dorrego no solo para beber y comer, sino también para
apreciar las comparsas y bailar tango. Bombos, tarolas, silbatos y matracas
resuenan a ritmo de samba y la gente baila. Para los mayores (aunque también
hay veinteañeros), en otro sector de la plaza tiene para danzar el baile más
sensual de todos: el tango. Cualquiera que se anime puede salir a bailar aun
cuando no tenga la destreza de los maestros.
Por la vida bohemia, su arquitectura y sus librerías San
Telmo es un lugar donde se puede vivir el siglo XXI rodeado de una escenografía
colonial.
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